
El reciente incremento del 12% al salario mínimo general en México, aprobado en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), ha generado consenso entre el gobierno, el sector empresarial y los representantes laborales. Esta medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025, promete beneficiar a 8.5 millones de trabajadores y dinamizar la economía mediante un aumento en el consumo interno.
El acuerdo fue celebrado durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien destacó que este incremento salarial es tres veces mayor a la inflación proyectada para 2025. Además, reiteró que su administración busca mantener aumentos similares durante su mandato con el objetivo de que, para 2030, el salario mínimo permita adquirir dos canastas básicas.
“Este aumento no solo mejora el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que también refleja nuestro compromiso con un México más justo y equitativo”, afirmó Sheinbaum.
En la zona libre de la frontera norte, el salario mínimo pasará de 374.89 a 419.88 pesos diarios, mientras que en el resto del país aumentará de 248.93 a 278.80 pesos diarios, alcanzando un máximo histórico desde 1976.
Impacto económico y social
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, encabezada por Marath Bolaños, subrayó que esta política salarial ha sido clave para combatir la pobreza. Según datos oficiales, entre 2018 y 2024, 5.1 millones de personas salieron de la pobreza, de las cuales 4.1 millones lo lograron gracias a los incrementos salariales.
Por su parte, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reconoció la sensibilidad del sector privado en este acuerdo, señalando que refleja una visión con dimensión social: “El sector empresarial acompaña esta medida con solidaridad y convicción. Nuestra colaboración refuerza la paz laboral, clave para el desarrollo económico del país”.
El sector empresarial destacó además que este aumento fortalecerá la demanda interna. Según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), el incremento podría dinamizar la economía al estimular el consumo en sectores clave como bienes y servicios.
Opiniones académicas y perspectivas
Aunque la medida fue bien recibida en general, los expertos han expresado puntos de vista diversos. Para Roberto Gutiérrez Rodríguez, profesor investigador de la UAM, el incremento es un paso en la dirección correcta: “Está alineado con la recuperación del poder adquisitivo y no es inflacionario. Es una política mesurada que también considera factores como la inflación y los ajustes al presupuesto”.
Por otro lado, Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, señaló que el salario mínimo ha tenido un impacto importante en los estratos de menores ingresos, tanto en el sector formal como en el informal.
En contraste, algunos especialistas como José Luis Carzo, vocero del sector obrero en la Conasami, advirtieron que todavía hay un largo camino por recorrer para recuperar el poder adquisitivo de 1976, estimado en aproximadamente 350 pesos diarios. Carzo enfatizó: “Aunque hemos avanzado, todavía estamos a 35 puntos de alcanzar esa meta. Sin embargo, confiamos en que seguiremos progresando”.
Sector industrial y su compromiso
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) respaldó la medida al considerar que mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores es clave para construir una sociedad más justa. Su presidente, José Abugaber, aseguró que el sector industrial está dispuesto a asumir este reto, reconociendo que los beneficios serán compartidos por toda la economía.
¿Qué significa para los trabajadores?
Con el nuevo salario mínimo, un trabajador en la zona general ganará 8 mil 364 pesos mensuales, mientras que en la frontera norte percibirá hasta 12 mil 596 pesos mensuales. Esto representa no solo un aumento directo en sus ingresos, sino también una mayor capacidad de consumo, lo que podría impactar positivamente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Contexto internacional y los retos
Aunque el aumento salarial es significativo, México sigue enfrentando desafíos para garantizar que el salario mínimo sea suficiente para cubrir las necesidades básicas de las familias. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el umbral de bienestar familiar incluye gastos en vivienda, educación, salud y transporte, aspectos que todavía no son cubiertos completamente por el salario mínimo.
Además, factores externos como la inflación global y las tensiones económicas con Estados Unidos podrían influir en el impacto real de este incremento.
El aumento del salario mínimo no es solo un tema económico, sino también un reflejo del compromiso del gobierno, los empresarios y el sector obrero para construir un México más equitativo. Como señaló la presidenta Sheinbaum: “El humanismo mexicano está dando resultados. Reducimos la pobreza, mejoramos la calidad de vida y fortalecemos el bienestar de millones de familias mexicanas”.
Con este aumento, el país avanza hacia una economía más dinámica y una sociedad más justa, aunque el reto de garantizar un salario verdaderamente digno persiste. El camino hacia 2030 está trazado, pero requerirá esfuerzos continuos y colaborativos para alcanzar la meta de una plena igualdad salarial y justicia social.