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Asegura Nashieli Ramírez Hernández que un sistema que no integre derechos es incompleto y desigual
La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, advirtió que un sistema que no integre los derechos a cuidar, a ser cuidado y al autocuidado, sería incompleto y perpetuaría las desigualdades.
Durante su participación en el programa de formación “Haceres y Saberes del Cuidado 2025, quinta edición”, organizado por la asociación Friedrich-Ebert-Stiftung en México, subrayó que para abordar el derecho al cuidado es imprescindible considerar la triada: quién cuida, quién recibe el cuidado y quién puede cuidarse a sí mismo.
Al dictar la conferencia magistral “Cuidados y Personas Privadas de la Libertad”, destacó que las mujeres, tanto al interior como al exterior de los centros de reclusión, son las principales defensoras de derechos de las personas.
Señaló que, de acuerdo con datos de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario capitalina, actualmente existen 27 mil personas privadas de la libertad, de las cuales 25,800 son hombres y 1,200 mujeres, lo que representa el 4.4%.
Resaltó que las mujeres, aun siendo minoría en el sistema penitenciario, se convierten en las principales gestoras de derechos y de cuidados.
La Ombudsperson capitalina resaltó que en lo que va del 2025, la CDHCM ha registrado 164 expedientes en los centros femeniles de Santa Martha Acatitla y Tepepan, frente a 1,088 en centros varoniles.
Apuntó que, según indicadores de género reportados por la Segunda Visitaduría de esta Comisión, entre el 55% y 78% de las solicitudes recibidas corresponden a mujeres que actúan como peticionarias; entre el 4% y el 18% son presentadas por mujeres agraviadas, y entre el 18% y 35% combinan ambos roles.
“Esto demuestra que son mayoritariamente las mujeres quienes se acercan a presentar peticiones, incluso cuando la persona agraviada sea un hombre, reafirmando su rol de cuidadoras no solo en lo cotidiano, sino también en la gestión de los derechos”, expresó.
Ramírez Hernández señaló que desde el interior de los centros penitenciarios también las mujeres cuidan hacia el exterior, aunque estén privadas de la libertad continúan siendo el soporte de sus familias.
Dijo que ser cuidadas dentro de prisión es menos visible, pero ocurre gracias a las redes femeninas externas de madres, hermanas, amigas y tías que acuden a visitarlas.
Reconoció que en muchos momentos es menor al cuidado que reciben los varones, pues a las mujeres es más factibles que se les abandone en este tipo de redes que a sus pares.
“Ellas se vuelven más acreedoras de sus derechos por el hecho de que son quienes se encargan de sí mismas y de otras muchas mujeres”, dijo.
Indicó que la desigualdad estructural refuerza la necesidad de reconocer, garantizar y retribuir el derecho a ser cuidado, visibilizando las experiencias de quienes aún en contextos de privación de libertad siguen tejiendo redes de humanidad a través del cuidado.
Resaltó que el derecho al cuidado tiene que ser un derecho autónomo y debe ser reconocido como tal. “Hay que romper con el estigma y redistribuir los cuidados en términos de las cargas”, concluyó.
Cabe señalar que el programa de formación “Haceres y Saberes del Cuidado 2025, quinta edición” es también convocado por las organizaciones Yo Cuido México, la Red de Cuidados en México y la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y Tiempo Propio de las Mujeres.