Si vives entre desvelos, estrés, falta de sueño, sedentarismo y mala alimentación, es muy probable que tu “hormona de la felicidad” ande en la reserva.
Un estudio de la Universidad de Johns Hopkins, encontró un vínculo entre los niveles de serotonina en el cerebro y la enfermedad de Alzheimer. Según sus hallazgos, se sugiere que la serotonina, una sustancia química neurotransmisora asociada comúnmente con la regulación del estado de ánimo, podría desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
La investigación se ha centrado en la conexión entre la serotonina y la formación de placas de proteínas beta-amiloideas en el cerebro, una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer. Se ha observado que la serotonina puede influir en la producción de estas placas, lo que podría tener implicaciones significativas para comprender la progresión de la enfermedad.
Los científicos han destacado que, aunque se necesita más investigación para comprender completamente la relación entre la serotonina y la enfermedad de Alzheimer, estos hallazgos podrían abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos y enfoques preventivos y así lograr un avance crucial en la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa.
En términos más simples, podrían diseñarse medicamentos antidepresivos con estos avances sobre la serotonina para mejorar los déficits de memoria y los síntomas depresivos. Es fundamental destacar que estos descubrimientos están en las primeras etapas, abren el potencial de identificar nuevas vías de tratamiento o prevención para la enfermedad de Alzheimer ofrece una perspectiva esperanzadora en el campo de la neurociencia y la salud cerebral.