El futbolista brasileño, Dani Alves, fue liberado de la prisión de Brians 2 en Barcelona, España, bajo libertad condicional, acompañado por su abogada. La fianza de un millón de euros fue pagada, permitiéndole cumplir su condena de cuatro años y medio por violación fuera de la cárcel.
Alves, vistiendo una camiseta blanca y abrigo negro, abandonó la prisión con un semblante serio. No realizó declaraciones a los medios congregados y se dirigió a un vehículo que lo esperaba.
Horas antes, el deportista de 40 años depositó la fianza exigida por la Audiencia de Barcelona, permitiéndole esperar su sentencia en libertad. A pesar del voto en contra de uno de los magistrados, se le retiraron sus pasaportes y se le ordenó permanecer en Barcelona, además de mantener una distancia de mil metros con la víctima y comparecer semanalmente ante el Tribunal.
La medida se otorgó considerando la disminución del riesgo de fuga y el hecho de que Alves se entregó voluntariamente a las autoridades. La defensa del jugador mantiene la solicitud de absolución, mientras que la Fiscalía busca elevar la pena a 9 años.
La rápida resolución del caso ha sorprendido a muchos, incluida la abogada de la víctima, quien lo describió como el proceso más veloz en sus más de veinte años de carrera. La prisión preventiva no podrá adelantar los efectos de la pena, según el tribunal, y Alves podría ser liberado en abril de 2025 si los recursos no se resuelven antes.
