Extienden blindaje en Centro Histórico previo a la marcha del 8M
A medida que se acerca la conmemoración del Día de la Mujer, las autoridades capitalinas han intensificado las medidas de seguridad en el Centro Histórico de la Ciudad de México (CDMX), especialmente alrededor de Palacio Nacional. La colocación de vallas metálicas en monumentos y edificios emblemáticos, como el Palacio Postal, el Museo Nacional de Arte, Bellas Artes y el Banco de México, así como en el Hemiciclo a Juárez, ha sido parte de los preparativos ante la marcha programada para el próximo 8 de marzo.
Se ha visto el despliegue de estas barreras metálicas, que se suman al blindaje tradicional que ha caracterizado la protección de Palacio Nacional desde el año 2021. Este blindaje preventivo busca salvaguardar el patrimonio histórico ante posibles actos de vandalismo durante las manifestaciones, particularmente de grupos opositores y colectivos feministas.
Los comerciantes ubicados en las vialidades que forman parte de la ruta de la marcha han sido notificados con anticipación sobre el evento, instándoles a tomar precauciones, como bajar cortinas o cerrar temporalmente sus establecimientos si es necesario. Aunque no se les ha sugerido cerrar por completo, se les ha pedido estar atentos a cualquier aviso durante el desarrollo de la marcha.
Esta no es la primera vez que se implementa un dispositivo de seguridad de esta magnitud. En años anteriores, las autoridades han informado a los comerciantes con varios días de antelación para que estén alerta ante cualquier eventualidad. En el pasado, las manifestaciones han transcurrido pacíficamente, sin provocar daños significativos, lo que ha llevado a una cierta confianza en que este año no se registrarán actos violentos.
En cuanto a la protección directa de Palacio Nacional, la colocación de vallas metálicas de tres metros de altura es una práctica que se ha vuelto recurrente. Desde el 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha optado por blindar su residencia oficial en respuesta a diversas protestas y marchas, siendo el último desembolso para estas medidas de seguridad de hasta 2 millones de pesos, según reportes del año anterior.
El blindaje se extiende a lo largo de la avenida Plaza de la Constitución y las calles Moneda y Corregidora, abarcando una amplia zona del Centro Histórico. Estas medidas, si bien buscan proteger el patrimonio y mantener la seguridad durante las marchas, también generan debate sobre el equilibrio entre el ejercicio del derecho a la protesta y la preservación del orden público en espacios históricos de la capital mexicana.
El próximo 8 de marzo será un día clave para evaluar cómo se desarrollarán las manifestaciones y cómo las medidas de seguridad implementadas lograrán su objetivo de mantener la paz y salvaguardar el patrimonio histórico de la Ciudad de México.