Por Ricardo Burgos Orozco
Eran aproximadamente las 14:20 horas del miércoles 10 de septiembre cuando una pipa de gas de la empresa Silza Gas circulaba – dicen que a exceso de velocidad — a la altura del Puente de la Concordia en la Alcaldía Iztapalapa. Cientos de personas que transitaban o que trabajaban en la zona no esperaban que el vehículo, cargado con 49 mil 500 litros de gas L, se volcara y estallara provocando tragedia y muerte.
La explosión fue impresionante. Mucha gente corrió a tratar de salvar sus vidas de la explosión, pero decenas no lo lograron; cada una de ellas tiene una historia que duele y que ha causado mucha tristeza en cada una de las familias que vivieron en carne propia esa experiencia.
La Secretaría de Salud del gobierno de la Ciudad de México informó el domingo pasado que ya van 13 fallecidos por el grave accidente. Hay otros 40 heridos en distintos hospitales de la Ciudad de México y del Estado de México mientras otras 30 personas ya fueron dadas de alta.
En este nuevo episodio trágico hay historias que duelen solamente por ser contadas como aquella abuelita que laboraba en un lugar cercano donde ocurrió la explosión; al momento del estallido y el fuego, ella cubrió con su cuerpo a su nieta que estaba a su lado para protegerla, pero terminó con quemaduras en el 98 por ciento de su cuerpo. Vimos escenas en video del policía heroico que trasladó como el apoyo de un motociclista a la mujer y a la pequeña a un hospital para que las atendieran. Desafortunadamente la señora murió horas después.
Otro caso muy difundido por los medios fue el de la joven Ana Daniela, de 19 años de edad, estudiante de la carrera de Ingeniería en Alimentos en la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM, quien viajaba en un taxi de aplicación, cercana a la volcadura de la pipa. Durante varias horas su novio la reportó como desaparecida hasta que fue encontrada irreconocible en el Hospital Rubén Leñero. Tuvieron que hacerle pruebas de ADN a sus restos para confirmar su identidad. Unas horas antes, un socorrista encontró su teléfono en el suelo cuando la mamá de Ana Daniela para saber su paradero, le llamó y el socorrista le contestó; por eso los familiares supieron que también había sido víctima de la tragedia.
Este nuevo accidente de vehículos que transportan materiales de riesgo, hace que nuevamente se piense en aplicar con todo rigor la reglamentación para ellos. Según la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ya se está trabajando para aplicar un nuevo protocolo de circulación que incluirá análisis de rutas y horarios. Lo más importante es que sea efectivo porque ya existen reglas, pero las autoridades las pasan por alto con “mordidas”. Así vemos pipas de gas que circulan a pleno día en los carriles de alta velocidad del periférico, por ejemplo.
La tragedia del pasado 10 de septiembre nos vuelve a doler como el accidente del 3 de mayo de 2021 en la Línea 12 del Metro, que provocó 26 muertos y más de 100 heridos o como las decenas de fallecidos por la violencia y las masacres en varios estados de la república, sumado a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, así como cientos de accidentes más provocados por negligencia e irresponsabilidad.

