Al conmemorar los 505 años de la Noche Victoriosa sobre los invasores españoles, la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez Ruiz, recordó ante cientos de vecinas y vecinos que esa gesta heroica no es sólo pasado, sino sobre todo un llamado y una inspiración para imaginar y construir un país más justo, digno, pacífico, solidario y, en resumen, más nuestro.
En la Explanada del monumento a Cuitláhuac, el hijo de Iztapalapa que comandó a los aztecas que derrotaron a las huestes españolas hace cinco siglos, advirtió que esa lucha no terminó entonces, sino que se libra hoy con participación y conciencia para resistir al olvido y enfrentar a la marginación, la indiferencia y la injusticia cotidiana.
En un ambiente festivo en el que niñas, niños, jóvenes y adultos interpretaron danzas, cantos y poemas de inspiración prehispánica en honor al Huey Tlatoani Cuitláhuac, los consideró ejemplo de organización a seguir a favor de la sociedad.
Reafirmó que Iztapalapa, como lo prueba su hijo Cuitláhuac, es un pueblo de historia y dignidad que defiende su libertad y que, frente al relato de la “noche triste”, reivindica la noche en que venció a quienes pretendían someterlo.
“No es una historia de derrota, sino de dignidad. Es la historia de un pueblo que resistió para preservar su ciudad, su cultura y su forma de vida. La Noche Victoriosa es la historia viva de nuestros pueblos mexicas, que sigue latiendo enraizada en nuestras palabras, esas palabras que acabamos de escuchar de nuestras niñas y niños en nahuátl”, puntualizó, al referirse a un grupo de niñas y niños que declamaron en esta lengua madre.
Se pronunció porque la palabra sea hoy la herramienta más poderosa para construir puentes, sanar heridas y fortalecer los lazos comunitarios.
“Que siga latiendo eso que traemos enraizado en nuestras palabras, en nuestras calles, en nuestro día a día. Cuitláhuac no fue sólo un guerrero, fue un líder, un defensor del territorio, un hombre que supo decir basta frente a la ambición, la traición y la violencia. Hoy celebramos este legado de dignidad, organización y decisión colectiva”, expresó.
Reiteró: “Resistir también significa abrir espacios para el encuentro, la comprensión y la cooperación. Significa cuidar de nuestros mayores, de nuestras niñas, niños y sostenernos en la solidaridad cotidiana que hace que nuestra comunidad sea fuerte y viva”.
“Resistimos con el poder de la palabra, porque sabemos que hablando se entiende la gente y que los conflictos no se resuelven con la fuerza, sino con el diálogo, escucha y empatía”.
Convocó a marchar en una danza unificada por los derechos, como lo hacían nuestros antepasados, pues también resistimos cuando elegimos acompañarnos en la adversidad, cuando damos la mano en lugar de cerrar el puño.
“Vecinas, vecinos, compañeras, compañeros, población de Iztapalapa: la Noche Victoriosa no es sólo pasado, es presente y es horizonte. Que viva nuestro guerrero, que viva la dignidad de los pueblos originarios, que viva Iztapalapa, que viva siempre la Noche Victoriosa”, concluyó.
En nombre de Comunidad Tonalzihuátl, Mauricio Flores Moncada reconoció a la mandataria las facilidades para esta celebración en el que participaron danzantes encabezados por Miguel Martínez, de Santa Cruz Meyehualco; Rogelio Rosas, de San Lorenzo Tezonco; Pedro Martínez, de San Andrés Tetepilco, y la Familia Rodríguez, de la Alcaldía Tláhuac.
