17 mayo, 2025 7:08 AM
Laboratorio NIñas que cosechan historias. Jalisco

Laboratorio NIñas que cosechan historias. Jalisco

Como parte de las acciones para construir espacios seguros para infancias y adolescencias que viven en contextos particulares en el país (casas de refugio, albergues, poblaciones originarias, privados de la libertad y en ambientes de violencia, entre otros), la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del programa nacional Alas y Raíces, inicia la operación de 23 Laboratorios Lúdicos de Artes 2025 para bebés, niñas, niños y adolescentes, desde un enfoque comunitario.

 

Los Laboratorios Lúdicos de Artes son talleres de proceso con los que se exploran distintos lenguajes artísticos para contribuir con la reconstrucción del tejido social. Actualmente, se cuentan con presencia en Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sonora, Tamaulipas, Yucatán y Veracruz.

 

Por ejemplo, en el municipio de Tenayuca, Estado de México, en el laboratorio Explorando el pasado de mi comunidad, desde los Chichimecas, las pirámides, hasta el día de hoy, el colectivo Miau involucra a niñas y niños habitantes en la periferia del municipio, en zonas de alta marginación. Subieron al Cerro Tenayo, experimentaron el muralismo mexicano y disfrutaron de un paisaje único, solamente posible desde las alturas.

 

En Córdoba, Veracruz, en el laboratorio La sombra de los monstruos, el promotor René Uziel Rodríguez trabaja en la creación de un fanzine artesanal en el que se fusionan narrativas gráficas, orales y escritas con niñas y niños de 6 a 11 años en contextos de alta marginación.

 

Con ellos, se han realizado visitas de campo en las que comparten lo que les gustaría que existiera en sus colonias para crear un mural sobre su región; también estudian la existencia de personajes de leyendas tradicionales como los chaneques, aluxes y guajes, para después recrearlos como títeres de papel en busca de convertirlos en guardianes de su hábitat.

 

En Aguascalientes, adolescentes habitantes de Casas Hogar de la entidad han sido parte del laboratorio ¡Ponte la nariz!, al lado de la promotora cultural Gabriela Elías en el que, a partir de la pregunta detonante ¿cómo es tu voz en la vida?, las y los integrantes representaron gráficamente la sonoridad de sus propias voces y participaron en dinámicas propias del clown para la desinhibición al hablar en público en un ambiente de seguridad y confianza.

 

En Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, el laboratorio Hilos y tintas: taller de libro textil, a cargo de la promotora Dulce María López, infancias Bënyza zapotecas fueron parte de una caminata para la recolección de plantas que tiene como objetivo la elaboración de un libro botánico en tela, en el que se plasme –en pintura y bordado– sus referencias de la flora nativa en la región, así como sus nombres en zapoteco.

 

También en Oaxaca, en el municipio de Unión Hidalgo, el laboratorio Bacuxu: Arte comunitario, coordinado por Daniela Joselinne Martínez del Colectivo Comunitario Bezayaga, inició un ejercicio de reflexión creativa con niñas y niños habitantes de barrios de alta marginación en el Istmo de Tehuantepec, quienes han platicado entre sí sobre el uso de las plantas medicinales en sus casas, como un reconocimiento a la importancia de resguardar la herbolaria comunitaria e incursión con la técnica fotográfica monocromática de la cianotipia, para la preservación de plantas y flores.

 

Malabares y Acrobacia: Circo para infancias es el laboratorio lúdico que el colectivo Circotik implementa con infancias de comunidades de desplazamiento forzado –en su mayoría tsotsiles y tzeltales– en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y en el que niñas y niños participantes enfrentan sus miedos y recuperan la confianza para aventurarse en la práctica inicial de la acrobacia.

 

En el laboratorio Patios bioculturales. Conociendo mi casa territorio, las promotoras culturales Liliana Martínez Facio y Janette Calvario, trabajan con infancias en zonas de alta incidencia delictiva en Lagos de Moreno, Jalisco. Su propuesta invita a volver a los patios en los que se hace vida y fiesta al jugar y buscar la recuperación de la identidad y respeto por la riqueza histórica y natural de la Laguna.

 

Mientras tanto, en el municipio de Etzatlán, Jalisco, se desarrolla el laboratorio Las niñas que cosechan historias con la promotora Delia Galván, con quien la niñez agrícola participante crea un espacio para compartir historias familiares y, en particular, sobre sus abuelas con la finalidad de construir secuencias a partir de sus recuerdos y fotografías, al enunciar aquellas cosas que les gustan o disfrutaban al convivir con sus abuelas.

 

Por otro lado, al norte del país en Chihuahua, la promotora Nataly Proo imparte el laboratorio Viaje para pequeños exploradores, dirigido a bebés, niñas y niños en sus primeros años de vida de la comunidad de Nonoava.

 

El laboratorio tiene gran aceptación por parte de la comunidad en la que, poco a poco, adultos acompañantes se involucran en las dinámicas de participación con sus hijas e hijos, para utilizar el juego para el descubrimiento sensorial.

 

Cabe destacar que la implementación del resto de los Laboratorios Lúdicos de Artes 2025 de Alas y Raíces se realizará próximamente para concluir en el mes de agosto del presente año.