7 abril, 2025 11:21 AM
Carretera SICT

Foto: SICT

La modernización del tramo Macuspana-Escárcega, que abarca 248 kilómetros, es un eje prioritario de la actual administración, beneficiará a 760 mil habitantes de Tabasco, Campeche y Chiapas, y es clave en la prevención de inundaciones en dicha región.

La obra a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), que encabeza Jesús Antonio Esteva Medina, mejora la infraestructura y conectividad del sureste; son 103 estructuras por intervenir, cinco pasos vehiculares, seis entronques, nueve retornos, 29 pasos inferiores peatonales, 39 paraderos y 35 puentes vehiculares.

Uno de los aspectos más relevantes del proyecto es su diseño estratégico para mitigar riesgos por inundaciones, y cumple con los criterios de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

Los 35 puentes vehiculares no solo pasarán de dos a cuatro carriles, sino que además serán alargados y elevados para proporcionar mayor capacidad ante avenidas y lluvias intensas. Esto representa un cambio significativo en el diseño, que ya no se basa en periodos de retorno de lluvias de 100 años, como se hacía anteriormente, sino en un modelo de mayor alcance que garantice mayor seguridad y resistencia ante contingencias climáticas.

De acuerdo con el plan de trabajo, la ampliación a cuatro carriles abarcará 130 km, de los que 42 km son en Tabasco, 63 km en Chiapas y 25 km en Campeche. La obra se desarrollará en dos etapas: una de ampliación y otra de conservación, con una ejecución prevista entre 2025 y 2028.

En 2025, los esfuerzos en Tabasco se centrarán en 12 km y la construcción de 2 puentes en las regiones Macuspana-Ocaña y Escárcega-José de la Cruz. Para 2026 se intervendrán 38 km en los tramos Ocaña-Agua Blanca y Escárcega-Díaz Ordaz.

En 2027 se continuará con 38 km adicionales entre Agua Blanca y el entronque a Palenque, mientras que en 2028 se concluirá con 38 km entre el entronque Palenque y el límite con los estados de Tabasco y Campeche.

La SICT ejecuta desde el pasado 16 de marzo la primera fase en tres frentes de trabajo simultáneos, de 4 km cada uno, desde Macuspana hasta Ocaña, e incluye la construcción de cuatro pasos inferiores y tres retornos.

Esta modernización no solo impulsará el desarrollo económico y la movilidad en la región, sino que también será una solución clave para proteger a las comunidades de los efectos de las lluvias, lo que implica mayor seguridad para los habitantes del sureste mexicano.