La muestra, se presenta en la Sala Leopoldo Méndez hasta el viernes 11 de abril, y es un recorrido de más de tres décadas.
La diseñadora y artista plástica Virginia Chévez muestra su trabajo a través de la exposición Es allí dónde voy, que se presenta en la Galería del Sur de la Unidad Xochimilco, donde ofrece a los asistentes una experiencia que fusiona arte y emociones.
Como un retorno a sus orígenes y a su génesis creativa, esta hacedora de mundos vuelve a la Casa abierta al tiempo, para traer a la comunidad universitaria un recorrido por su quehacer, sus inquietudes plásticas y el trabajo de más de tres décadas.
La muestra dispuesta en la Sala Leopoldo Méndez sumerge al espectador en un universo de expresión abstracta y neofigurativa con piezas elaboradas con materiales como el óleo y el lino: cuadros de mediano y gran formato que, colmados de colores vivos, franquean la mirada del visitante.
Reconocida por su búsqueda en el expresionismo abstracto y su capacidad de transmitir emociones profundas a través de la pintura, ofrece un recorrido que da cuenta de sus preocupaciones profundas, mostrándonos cómo la vida siempre está en continuo movimiento y cómo el arte puede transfigurarse en una apuesta emocional.
Más que contentarse en la forma y la materialidad, ella se asume como receptora de un mensaje, ese de la natura y su todo, con sus celajes profundos, con el regocijo violento de las olas, con la danza íntima del viento, así como la mucha vida que existe a nuestro alrededor.
Las piezas que integran la exposición son un llamado a mirar hacia el interior, a conectarnos con eso superior que la artista ha logrado capturar en cada cuadro y con cada pincelada, con la divinidad y el milagro que se esconde en cada uno de los rincones de la Tierra.
Asimismo, con su pintura ella invita al espectador a reflexionar sobre su propia condición humana, entonces, de forma abrupta, nos sorprende con gestos libres y espontáneos para crear composiciones ricas en matices, contrastes, transparencias y profundidades.
Virginia Chévez es egresada de la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la UAM, encuentra en la creación artística un modo de redención, de conexión espiritual y renuncia a la perfección, hallando en sus propias grietas la luz necesaria para alumbrar esta exploración y lo demuestra en obras como Fuego de luz azul, Camino del Guerrero y Mandala de luz.
Originaria de la Ciudad de México y luego de terminar su carrera en esta casa de estudios, se incorporó como oyente al Taller de Producción de Ignacio Salazar en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y cursó talleres de dibujo en la misma institución. A lo largo de su trayectoria ha participado en más de treinta exposiciones colectivas en México y otros países como Suiza, Estados Unidos, Canadá y España.
