6 marzo, 2025 4:23 PM
El acoso y la discriminación siguen siendo obstáculos en el trabajo; las y los colaboradores.

El acoso y la discriminación siguen siendo obstáculos en el trabajo; las y los colaboradores.

Aunque existen avances en equidad de género, la desigualdad salarial sigue siendo una constante. La encuesta “Percepción de equidad e igualdad en el trabajo 2025”, realizada por Apolo 25, revela que el 37.2% de las y los trabajadores encuestados señalan que a lo largo de su vida laboral han observado con frecuencia diferencias salariales entre hombres y mujeres, aun cuando desempeñan el mismo rol.

“La diferencia salarial entre hombres y mujeres obedece a muchos factores, desde expectativas sociales asociadas a labores domésticas, el tiempo disponible para trabajar e incluso la maternidad. Sin embargo, visibilizar la brecha es clave para plantearnos en dónde están los retos y qué papel pueden tomar las empresas para ser espacios más equitativos”, afirma Joselyn Castro, Líder del Proyecto Apolo Mujeres de Apolo 25, consultora de comunicación especializada en startups.

Respecto a las expectativas asociadas al género, el 25% afirmó que estas han influido de forma negativa en su capacidad para equilibrar la vida laboral y personal; el 31.8% considera que no han influido, 29.5% refiere que sí lo han hecho pero de forma positiva y 13.6% dijo no estar seguro o segura.

 

Persisten barreras para la equidad

 

La equidad laboral no se trata solo de salarios. También se pone en evidencia la prevalencia de conductas discriminatorias y de acoso en los entornos de trabajo.

El 36.4% de las personas participantes aceptó haber sido testigo de conductas excluyentes o sexistas en los últimos cinco años. Además, el 31.8% experimentó discriminación por razones de género, edad, origen o discapacidad, mientras que el 29.5% presenció o sufrió acoso laboral o sexual.

 

¿Por qué no denunciamos?

 

Si bien, muchas empresas han implementado mecanismos de denuncia, los resultados siguen siendo poco satisfactorios. En el 34.2% de los casos reportados, la situación no se resolvió de manera adecuada. Además, el 28.9% de los encuestados prefirió no responder y el 15.8% optó por no denunciar debido a que desconfían de los procesos internos de su empresa para solucionar este tipo de situaciones. Solo el 21.1% afirmó que su denuncia fue atendida y resuelta de manera efectiva.

Aunque el 63.6% de las y los participantes de la encuesta de Apolo 25 considera que la respuesta de su empresa ante casos de acoso y discriminación es muy efectiva, el 13.7% la percibe como poco o nada efectiva. Esto indica que, aunque existen políticas en muchas organizaciones, su aplicación sigue sin ser suficiente.

“Las empresas en México enfrentan un desafío significativo al abordar denuncias relacionadas con la falta de equidad. Si bien muchas organizaciones han implementado capacitaciones y protocolos para promover un entorno laboral más justo, donde las oportunidades se basen en el talento, aún queda un largo camino por recorrer”, agrega.

Sobre la confianza en los canales formales de denuncia, el 63.6% de los encuestados los considera totalmente confiables, pero el 25% opina que son mejorables o poco confiables. Si bien las empresas han avanzado en generar espacios de denuncia, aún falta fortalecer la credibilidad en estos mecanismos.

 

La llave que abre la puerta

 

Uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta de Apolo 25 es el impacto de la capacitación en la promoción de la equidad laboral. El 65.1% de las y los encuestados ha recibido formación en prevención de acoso o igualdad en los últimos dos años, pero el 34.9% aún no ha tenido acceso a este tipo de información.

Cuando se les preguntó a las personas qué acciones pueden tomar las empresas para mejorar la equidad y la inclusión, el 59.1% mencionó la capacitación en diversidad e inclusión como una prioridad. Le siguieron la implementación de políticas claras contra el acoso laboral (38.6%) y la revisión de la equidad salarial (31.8%).

En palabras de Joselyn Castro, “las empresas deben invertir en capacitación constante y efectiva, no solo como una medida reactiva, sino como un compromiso con la equidad. Sin formación y medidas concretas, la brecha salarial seguirá siendo un obstáculo para el desarrollo profesional de todas y todos”.

 

Es hora de actuar

 

Aunque hay avances en la creación de entornos laborales más justos, la brecha salarial y la desigualdad persisten. La falta de resolución efectiva en casos de discriminación, así como la necesidad de capacitación, subrayan la urgencia de que las empresas implementen políticas más contundentes.

Cerrar la brecha salarial y construir empresas más equitativas no es solo una cuestión de justicia, es una decisión estratégica. La equidad impulsa la innovación, fortalece la cultura organizacional y mejora la productividad. Las compañías que apuestan por la igualdad no solo generan un impacto social positivo, también obtienen mejores resultados, concluye la Líder del Proyecto Apolo Mujeres.