14 marzo, 2025 10:58 AM
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Foto: Adalberto Villasana

Está claro que las becas y apoyos son para nivelar oportunidades pero ¿podrán ser eternos? La población que los recibe debe mejorar su condición social.

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Por J. Adalberto Villasana

Movilidad social: el reto

Son los programas sociales, es decir, becas y apoyos, elementos que mejoran las condiciones de vida de la población vulnerable, pero en algunos casos no podrán ser eternos.

La política social debe de mejorar las condiciones de vida de la población o de lo contrario será un barril sin fondo al que siempre se echan recursos y no cambia la realidad.

El Informe Desarrollo regional con igualdad de oportunidades para la movilidad social, elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), apunta que, el 86% de las personas que nacen pobres en el sur de México, morirán en la pobreza. Mientras en los estados del norte,  esta cifra disminuye a 54%.

Por lo anterior consideró que becas y apoyos, enmarcados en la política social, deben de ser un instrumento de movilidad social para los mexicanos.

El CEEY apunta: En México se observan considerables brechas de desarrollo entre las diversas regiones del país, lo que se refleja en una marcada disparidad en la movilidad social. La coordinación fiscal entre las entidades federativas no ha logrado abordar eficazmente este problema, lo que resulta en un estancamiento persistente de la justicia social, el crecimiento económico y la cohesión social.

Planteamientos realizados en el Ciclo de Conferencias Historiadores frente a la Historia 2024, con el tema Escenarios históricos de la desigualdad, siglos XIX y XX, publicados por Gaceta UNAM, dan una postura ante las cifras.

Por ejemplo, la directora del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), Elisa Speckman Guerra, indicó que la desigualdad es la suma de diversas asimetrías sociales, económicas y culturales, que se manifiesta en la falta de acceso al ingreso, a la educación, a la atención médica, a la vivienda, etcétera.

María Dolores Lorenzo, investigadora del IIH, dijo: Sabemos que las desigualdades son intrínsecas a la sociedad, pero no son naturales, se les construye históricamente y se reproducen lacerando la vida de las personas. Por ello, hemos convocado a reconocidos académicos para reflexionar en los escenarios históricos en los que se aminoran o profundizan las formas de racismo, justicia, pobreza, movilidad social, los riesgos ante los desastres, la vulnerabilidad y las maneras de segregación y exclusión presentes en la planeación urbana”.

Sobre el tema el CEEY ve necesaria una reforma fiscal y cambios en la recaudación del predial, las cuales, califica de claves para un mayor desarrollo regional.

Textualmente hay que decirlo: La desigualdad social es un problema heredado que se agudizó en las décadas del neoliberalismo. El reto para el segundo piso de la 4T debe ser impulsar la movilidad social, para que en su vida productiva el individuo aporte a la nación, toda vez que no es posible que se dé el caso que una persona reciba becas y apoyo desde que nazca hasta el momento de su muerte. Reflexionemos sobre la movilidad social.

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