Con un mensaje contundente y un escenario emblemático, la presidenta Claudia Sheinbaum inauguró este viernes el programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz” en la Basílica de Guadalupe. Este ambicioso proyecto busca retirar armas de los hogares mexicanos a través de un intercambio voluntario por dinero en efectivo, promoviendo la paz en una nación donde cada arma entregada podría significar una vida salvada.
La estrategia: una nación sin armas
Sheinbaum detalló que el programa es completamente anónimo: “Nadie investigará el origen de las armas. La prioridad es quitarlas del hogar y destruirlas”. Según datos del gobierno, cada año entran a México 200 mil armas provenientes de Estados Unidos, de las cuales el 74% son confiscadas por las autoridades.
Para garantizar la efectividad del plan, se implementarán jornadas en iglesias, brigadas en calles y visitas casa por casa. Las armas entregadas serán destruidas por la Secretaría de la Defensa Nacional y a cambio, las personas recibirán un monto en efectivo según un tabulador oficial.
Impacto en la Ciudad de México
Clara Brugada, jefa de Gobierno de la CDMX, acompañó a Sheinbaum en el evento y destacó los resultados previos del desarme en la capital. Entre 2019 y 2024, los delitos de alto impacto disminuyeron un 57%, los homicidios diarios pasaron de 4 a 2.4, y las lesiones dolosas por arma de fuego cayeron un 67%.
“Cada arma entregada es un delito menos, una vida salvada, una familia que no pierde a un ser querido”, afirmó Brugada, destacando que este modelo exitoso ahora se replicará a nivel nacional.
Colaboración con la Iglesia
La elección de la Basílica de Guadalupe como punto de arranque no fue casual. Representantes de la Iglesia Católica, encabezados por el rector Efraín Hernández, mostraron su respaldo al programa. “Este es un día histórico. La presidenta nos demuestra su compromiso por construir una nación unida y en paz”, expresó Hernández.
Este acercamiento entre el gobierno y la Iglesia busca fortalecer la campaña, superando tensiones pasadas entre ambas instituciones, especialmente durante el sexenio anterior.
Compromiso con la paz
Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación, enfatizó que este programa no solo busca retirar armas sino también generar conciencia en la población. “Queremos una generación de niñas y niños sin armas y sin violencia”, declaró, reafirmando que el desarme es un paso clave hacia una sociedad más segura.
El programa, que arrancó oficialmente en la Ciudad de México, se extenderá por todo el país con la meta de reducir los índices de violencia armada. Si bien no se precisaron las cifras de inversión, el gobierno apuesta por la colaboración entre autoridades, organizaciones civiles y religiosas para alcanzar resultados significativos.
Desafío por delante
Con más de 196 mil homicidios acumulados durante el sexenio de López Obrador, Sheinbaum enfrenta el reto de consolidar su estrategia de seguridad. Este plan se enmarca en una política de cuatro ejes: atención a las causas de la violencia, fortalecimiento de la Guardia Nacional, uso de inteligencia contra el crimen y coordinación interinstitucional.
El programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz” no solo busca retirar armas, sino también reconstruir la confianza ciudadana en las autoridades. Cada jornada, cada intercambio y cada arma destruida será un paso hacia la construcción de una sociedad más segura y en paz.
Con este arranque simbólico, la administración de Sheinbaum reafirma su compromiso con un México donde las armas ya no formen parte de la vida cotidiana. ¿Será este el cambio que la ciudadanía espera? El tiempo y los resultados lo dirán.