Miles de sirios salieron a las calles para una celebración histórica tras la caída del presidente Bashar al Assad, derrocado por una coalición de grupos rebeldes liderada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un grupo islamista. Este suceso pone fin a 50 años de gobierno de la familia Al Assad, marcando el inicio de una nueva etapa para el país.
Abu Mohamed al Jolani, líder del grupo HTS, declaró: “Quiero felicitar al pueblo sirio por la victoria de la revolución y los llamo a salir a las calles para expresar su alegría”. El mensaje fue recibido con entusiasmo en ciudades como Damasco, Alepo y Sueida, donde miles de hombres, mujeres y niños ondearon la bandera de tres estrellas, símbolo del movimiento prodemocrático iniciado en 2011.
La caída del régimen también ha reconfigurado las relaciones diplomáticas en la región. Turquía, que respaldó a uno de los grupos rebeldes, anunció la reapertura de su embajada en Damasco, y Qatar enviará una delegación para preparar la reactivación de su representación diplomática en Siria, según confirmaron fuentes oficiales.
La coalición rebelde logró tomar Damasco tras 11 días de ofensiva, consolidando el fin del régimen. “Los Assad, padre e hijo, nos oprimieron, pero nosotros liberamos nuestro país de la injusticia”, declaró un policía de 47 años desde Alepo, reflejando el sentimiento generalizado de esperanza y renovación en el país.