La inseguridad sigue siendo un problema crítico para el sector privado en México. Durante 2023, uno de cada tres negocios fue víctima de al menos un delito, según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (Enve) presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto equivale a 1.3 millones de unidades económicas afectadas de un total de 4.8 millones estimadas en todo el país.
Principales delitos que afectan a las empresas
En total, se cometieron 2.9 millones de delitos contra negocios, con una tasa de concentración de 2.2 delitos por unidad económica víctima. Entre los delitos más frecuentes destacan:
- Extorsión directa: Representa el 25% de los delitos, siendo el cobro de piso uno de los ejemplos más comunes.
- Robo o asalto de mercancías, insumos o bienes: Constituye el 16% de los casos.
Adrián Franco, vicepresidente del Inegi, destacó que estos dos delitos conforman el 42% de todos los actos delictivos que enfrentan las empresas en el país.
Sectores más afectados
La incidencia delictiva varía según el sector económico. Los más afectados fueron:
- Comercio: 31.5% de los establecimientos reportaron ser víctimas.
- Servicios: 24.2%.
- Industrias manufactureras: 21.6%.
Por tamaño, las grandes empresas fueron las más vulnerables, con un 47.3% de ellas reportando algún delito, seguidas por las medianas (49%), pequeñas (40.7%) y microempresas (26.3%).
Costos económicos de la inseguridad
La inseguridad tuvo un impacto económico significativo. El Inegi estimó que el costo total derivado de la inseguridad y los delitos ascendió a 124.3 mil millones de pesos, lo que representa el 0.51% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023.
El gasto promedio por unidad económica, incluyendo medidas preventivas y pérdidas directas, fue de 54 mil 451 pesos. En total, las empresas gastaron 67.2 mil millones de pesos en medidas preventivas.
Dwight Dyer, director general de estadísticas de gobierno, seguridad pública y justicia del Inegi, subrayó: “El impacto de la inseguridad va más allá de los costos inmediatos. En estados con mayor incidencia delictiva, muchas empresas han cancelado planes de inversión, lo que afecta el crecimiento económico a largo plazo”.
Denuncias y acceso a la justicia
La baja denuncia sigue siendo un desafío importante. Solo el 12.2% de los delitos fueron denunciados, y en el 9.7% de los casos se abrió una carpeta de investigación. Esto significa que el 90.3% de los delitos (2.6 millones) no fueron denunciados o no resultaron en una investigación formal.
La falta de confianza en las autoridades y la percepción de impunidad son factores que contribuyen a esta baja tasa de denuncias.
Impacto en las operaciones empresariales
Además de los costos directos, la inseguridad ha forzado a las empresas a modificar sus operaciones:
- El 15% de las unidades económicas canceló planes o programas de inversión.
- Una de cada cinco empresas redujo sus horarios de producción o atención al público, afectando la actividad económica en general.
Estas decisiones reflejan el efecto disuasorio que tiene la delincuencia en la inversión y el crecimiento empresarial.
Perspectivas y llamados a la acción
Especialistas y empresarios han señalado la necesidad de fortalecer la seguridad y el acceso a la justicia para reducir el impacto de la delincuencia en el sector privado. Ernesto Guerrero, representante de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), destacó: “Es urgente que se implementen políticas públicas que protejan a las empresas y fomenten la inversión. Sin seguridad, no hay desarrollo económico sostenible”.
Por su parte, Adrián Franco del Inegi enfatizó la importancia de mejorar las estrategias de prevención del delito y de promover la confianza en las instituciones de justicia. “Reducir la victimización no solo beneficia a las empresas, sino también al empleo y al bienestar general de la población”, apuntó Franco.
La victimización de uno de cada tres negocios en 2023 evidencia el impacto profundo que la inseguridad tiene en el sector privado y la economía en general. Aunque los costos económicos son alarmantes, las repercusiones en la confianza empresarial y las decisiones de inversión son aún más preocupantes.
Con la creciente presión sobre las autoridades para abordar este problema, será crucial implementar medidas efectivas que garanticen la seguridad de las empresas y fomenten un entorno propicio para el desarrollo económico. Mientras tanto, los negocios seguirán enfrentando un entorno desafiante, donde la seguridad se ha convertido en una prioridad tan importante como su rentabilidad.
