28 septiembre, 2024

El 2 de febrero, 40 días después de la Navidad, México celebra el Día de la Candelaria, una festividad que fusiona las raíces de las culturas prehispánicas, católicas y judías. Más allá de la tamaliza y las festividades cristianas, la esencia de esta celebración se entrelaza con la Virgen y el Niño Dios.

 

 

Dos Celebraciones Distintas

Hoy en día, en México existen dos enfoques predominantes para la celebración de la Candelaria. En el primero, algunas comunidades realizan procesiones dedicadas a la Virgen, acompañadas a menudo por espectáculos pirotécnicos; y el segundo, otra tradición destaca la presentación del Niño Dios en misa, seguida del consumo de tamales.

 

Origen de la Celebración

En su forma cristiana original, el Día de la Candelaria se centraba en la purificación de la Virgen. Tras dar a luz al Niño Dios en Navidad, la Virgen acudía a la iglesia para expresar gratitud por la llegada de Jesús a la Tierra.

 

Influencia Prehispánica

Al llegar esta festividad a México, la Iglesia adaptó gradualmente las celebraciones a los rituales autóctonos. Los mexicas, por ejemplo, celebraban el inicio de Atlcahualo, el período de siembra; ofrecían maíz a sus dioses para asegurar buenas cosechas, una tradición que se fusionó con el rito de la bendición del maíz y la Virgen, transformándose en la costumbre actual de comer tamales.

 

Tradición Judía en el Día de la Candelaria

Según relatos en el libro de Vaikrá de la tradición judía, las mujeres, tras 40 días de dar a luz, asistían a la iglesia para purificarse y dar gracias a Dios, originalmente con una paloma. Con el tiempo, la paloma fue reemplazada por una vela.

 

Impacto Económico y la Tamaliza

El Día de la Candelaria se ha convertido en un evento cultural y económico. En la Ciudad de México, se estima que la celebración generará una derrama económica de 225 millones de pesos. Este consumo está ligado al arreglo del Niño Dios y la compra de tamales, impulsando negocios como molinos de masa, recauderías, pollerías y carnicerías.

 

 

La oferta formal e informal en la ciudad se intensifica, con más de 4,000 puntos de venta que ofrecen servicios relacionados, como reparación de figuras y elaboración de atuendos para el Niño Dios. La Cámara de Comercio estima una derrama de 63 millones de pesos solo por las reparaciones.

 

La Tamaliza: Tradición y Comercio en Ascenso

La preparación y consumo de tamales como pago por sacar la figura del niño en la Rosca de Reyes ha ganado popularidad. En esta ocasión, se espera un aumento de las ventas en diversos sectores, incluyendo molinos de masa, recauderías y negocios especializados en tamales y atole, con ventas proyectadas al 80%.

 

La tradición de la Candelaria no solo representa un momento de celebración y encuentro, sino que también impulsa la economía local, fortaleciendo las tradiciones culturales arraigadas en la sociedad mexicana.