La primer caravana migrante del sexenio, bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum, comenzó su recorrido desde Tapachula, Chiapas, está integrada por alrededor de 800 personas provenientes de países como Honduras, Haití, Perú, Venezuela, Guatemala y Ecuador, quienes buscan llegar a la Ciudad de México en busca de documentación legal.
El grupo está compuesto por mujeres, hombres, niños y niñas, quienes esperan ser atendidos por las autoridades migratorias para regularizar su situación. Uno de los principales objetivos de los migrantes es acceder al registro del CBP ONE, un sistema que les permitiría obtener permisos de estancia temporal en México o solicitar asilo en los Estados Unidos.
Gabriela Jiménez, una migrante guatemalteca que viaja con la caravana, compartió su situación: “Me negaron la estancia legal en México desde hace dos meses, me dijeron que el trámite duraría ocho meses, pero para ese tiempo necesito pagar una renta y comida, y en Tapachula no hay suficiente trabajo para sobrevivir”. Este testimonio refleja la urgencia de muchos migrantes que ven en la Ciudad de México una oportunidad para acelerar sus procesos migratorios y mejorar sus condiciones de vida.
Custodia y seguridad
La caravana está custodiada por elementos de la Guardia Nacional y policías estatales, quienes buscan garantizar la seguridad del grupo. Además, ambulancias de Protección Civil siguen de cerca el recorrido para atender cualquier emergencia de salud.
A pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad, los migrantes han expresado su preocupación por los riesgos que enfrentan durante su trayecto, especialmente debido a la presencia de bandas criminales en algunas zonas del estado de Chiapas. Exigen mayor seguridad en su tránsito por el país, ya que muchos han sido víctimas de robos y extorsiones durante su viaje.
Fenómeno migratorio en aumento
El fenómeno de las caravanas migrantes se ha intensificado en los últimos años debido a la crisis económica y social en varios países de Centro y Sudamérica. La falta de empleo, la violencia y la inestabilidad política han forzado a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de mejores oportunidades.
La caravana, que se espera llegue a la Ciudad de México en los próximos días, representa un desafío para las autoridades, quienes deben encontrar soluciones que garanticen los derechos humanos de los migrantes mientras gestionan el flujo migratorio en el país.
Este primer éxodo masivo bajo la administración de Sheinbaum pone en evidencia la urgencia de implementar políticas migratorias que aborden la situación con un enfoque humanitario y de seguridad.