La devastación que dejó el huracán John en Guerrero ha llevado a que 40 municipios se encuentren en estado de emergencia. El presidente Andrés Manuel López Obrador actualizó el número de víctimas fatales, que asciende a 15, y subrayó que la situación es crítica, especialmente en Acapulco y la Costa Chica.
Las intensas lluvias han causado el colapso de caminos, deslizamientos de tierra y el desbordamiento de ríos, dejando a comunidades enteras incomunicadas. Más de 300 personas fueron evacuadas de edificios en riesgo de colapso en la Unidad Habitacional Alta Progreso, en Acapulco, donde uno de los muros de contención ha cedido.
En todo el estado, los informes indican que alrededor de 5,000 personas han sido desalojadas de sus hogares debido a las inundaciones y el riesgo de colapso de estructuras. La Marina ha llevado a cabo operaciones de rescate, recuperando a 1,727 personas de zonas anegadas, especialmente en la exclusiva área de Punta Diamante.
Mientras la atención se centra en Acapulco, se estima que todas las regiones del estado han sufrido daños significativos. En la región de La Montaña, que se considera la más pobre de México, los comisarios locales reportan la destrucción de cosechas y temen por la escasez de alimentos mientras esperan ayuda. La crecida de ríos ha arrasado comunidades, dejando a los pobladores sin acceso a alimentos ni a servicios básicos como electricidad y telefonía.
Las autoridades locales han declarado que el impacto del huracán se ha sentido en nueve colonias inundadas en Chilpancingo y en varios municipios que rodean la capital del estado. Las carreteras que conectan con Acapulco, Tlapa e Iguala presentan deslizamientos, lo que ha complicado aún más la entrega de ayuda y el acceso a las comunidades afectadas.
López Obrador, en un mensaje a través de la red social X, enfatizó que el agua comienza a bajar, aunque aún persiste el lodo en las calles. Se han establecido refugios temporales para los damnificados, garantizando tres comidas calientes diarias, servicios de salud, despensas y agua para los afectados. El mandatario aseguró que no ha habido saqueos en la región y que el Gobierno trabaja en un censo casa por casa para entregar apoyo directo.
La respuesta humanitaria no solo proviene del Gobierno; también se ha visto un respaldo significativo del sector empresarial. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) ha iniciado una campaña de recolección de alimentos y productos básicos para enviar a las zonas más afectadas.
La magnitud de la crisis humanitaria provocada por el huracán John exige una respuesta coordinada y rápida para restaurar la normalidad en Guerrero y garantizar que los ciudadanos reciban la asistencia que necesitan urgentemente.
