En un esfuerzo por fortalecer la lucha contra el crimen, Omar García Harfuch, próximo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), anunció la creación de una nueva Subsecretaría de Inteligencia e Investigación. Este nueva área trabajará en coordinación con la Guardia Nacional, las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina y los gobiernos estatales, para combatir tanto delitos del fuero federal como del fuero común.
García Harfuch destacó que el objetivo de esta subsecretaría será integrar toda la inteligencia naval, militar y financiera disponible, transformándola en acciones operativas que permitan reducir la incidencia delictiva y prevenir actos criminales. “La gente no distingue entre delitos federales o comunes, lo que exige es que se resuelvan”, afirmó el futuro titular de la SSPC, subrayando la necesidad de detener a los responsables para poner fin a la delincuencia.
Durante su intervención en el debate legislativo que permitió el traspaso de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas, García Harfuch indicó que la nueva subsecretaría trabajará bajo un nivel de coordinación máxima con las instancias de seguridad federales y estatales. Además, se fortalecerá el Centro Nacional de Inteligencia, ampliando su capacidad de análisis y aumentando el número de investigadores de campo y analistas técnicos.
El fortalecimiento de la inteligencia será clave para combatir al crimen organizado, destacó Harfuch, quien insistió en que es fundamental convertir toda la información recabada en elementos procesables para las carpetas de investigación. “Para ello, es indispensable contar con el apoyo de las fuerzas armadas como la Guardia Nacional, que provee el soporte necesario a los agentes de inteligencia”, agregó.
Este nuevo enfoque en la inteligencia operativa permitirá, según García Harfuch, no solo reducir los niveles de violencia, sino también garantizar que las investigaciones tengan la solidez necesaria para llevar a los delincuentes ante la justicia.
Finalmente, reiteró que, aunque la Guardia Nacional seguirá operando bajo un esquema de disciplina militar, sus objetivos serán siempre civiles, enfocándose en el respeto de los derechos humanos y en la eficiencia de los recursos en la lucha contra el crimen.