22 noviembre, 2024

 

La política mexicana vuelve a estar en el centro de la controversia, esta vez protagonizada por Alessandra Rojo de la Vega, quien hasta el fin de semana se desempeñaba como alcaldesa electa de Cuauhtémoc; sin embargo, tuvo que presentar una queja formal ante el órgano interno de control del Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX) en contra del magistrado presidente Armando Ambriz Hernández, acusándolo de hostigamiento, acoso y abuso de poder.

 

La acusación: Contexto y declaraciones

Rojo de la Vega, quien ganó las elecciones del 2 de junio, fue notificada el pasado domingo 1 de septiembre de la invalidez de su constancia de mayoría por parte del TECDMX. Esta decisión se produjo tras una resolución del tribunal que, bajo el voto de calidad de Ambriz, anuló los resultados de la elección en Cuauhtémoc, argumentando que se cometió violencia política de género en su contra. La beneficiaria de esta resolución fue Catalina Monreal, adversaria política de Rojo de la Vega e hija del diputado federal Ricardo Monreal.

 

En su declaración a los medios, Rojo de la Vega no escatimó palabras para criticar al magistrado Ambriz, a quien acusó de actuar bajo intereses políticos y familiares en lugar de respetar la voluntad popular.

 

“Estamos ante un tribunal que lo preside un zacatecano, que lo preside el compadre de la familia Monreal y que ha actuado de manera ilegal, sin argumentos, sin sustento y favoreciendo sus lealtades en lugar de favorecer la voluntad de la gente que votó”, afirmó Rojo de la Vega.

 

Un caso de violencia política de género

El argumento central del TECDMX para anular la elección fue la supuesta violencia política de género ejercida por Rojo de la Vega contra Catalina Monreal durante la campaña. Esta decisión ha sido fuertemente criticada por Rojo de la Vega, quien considera que se está utilizando una causa justa, como es la lucha feminista, para justificar un acto de injusticia política.

 

“Más que insignificante, me parece preocupante que utilicen la lucha feminista para robarse una elección. La legislación que protege nuestros derechos político-electorales se está usando en nuestra contra, burlándose del feminismo y de la lucha”, denunció.

 

Rojo de la Vega, conocida por su activismo en favor de los derechos de las mujeres, expresó su indignación por lo que considera una manipulación de las leyes que deberían proteger a las mujeres, pero que en este caso, según ella, se están usando para despojarla de una elección ganada legítimamente.

 

Reacciones y apoyo ciudadano

La anulación de la elección ha generado una ola de apoyo hacia Rojo de la Vega por parte de los habitantes de Cuauhtémoc. Decenas de vecinos se manifestaron pacíficamente en la Diana Cazadora y más tarde se trasladaron a las afueras de la sede del TECDMX para expresar su respaldo a la exalcaldesa electa.

 

Con pancartas y consignas como “¡ratero!” y “corruptos”, los manifestantes exigieron al magistrado Ambriz que respetara la decisión del pueblo de Cuauhtémoc. Rojo de la Vega, visiblemente emocionada, tomó el micrófono para dirigirse tanto a los manifestantes como a las autoridades.

 

“Armando Ambriz, la lealtad es a la voluntad de la gente. La lealtad es para las vecinas y vecinos, por eso te pusieron en ese lugar, y muy por el contrario, vienes y le robas la elección a la gente de Cuauhtémoc, y eso no lo vamos a permitir”, exclamó.

 

Rojo de la Vega también lanzó un llamado a la jefa de Gobierno electa Clara Brugada y a la presidenta electa Claudia Sheinbaum para que respeten la democracia y la voluntad de los ciudadanos en Cuauhtémoc.

 

“Así como se respetó su victoria contundente, así respeten la democracia y la voluntad de las personas, porque Cuauhtémoc decidió por un cambio”, enfatizó.

 

Posibles repercusiones legales y políticas

La batalla legal de Rojo de la Vega aún no ha terminado. La exalcaldesa tiene 72 horas desde la notificación para presentar una impugnación ante la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Este tribunal superior ha corregido anteriormente decisiones tomadas por el TECDMX, por lo que Rojo de la Vega confía en que esta vez no será diferente.

 

En caso de que la impugnación no prospere, se abriría la posibilidad de nuevos comicios en diciembre. Este escenario, aunque incierto, sería una prueba más de la volatilidad del panorama político en la Ciudad de México, particularmente en una demarcación tan emblemática como Cuauhtémoc.

 

El conflicto entre Rojo de la Vega y Catalina Monreal es más que una simple disputa electoral; refleja las tensiones más profundas dentro de la política mexicana, especialmente en un contexto donde las relaciones familiares y los intereses políticos a menudo se entrelazan.

 

El hecho de que Armando Ambriz Hernández, presidente del TECDMX, tenga vínculos personales con la familia Monreal ha alimentado las sospechas de que la decisión de anular la elección estuvo influenciada por lealtades que van más allá de lo jurídico. Este tipo de situaciones refuerzan la percepción de que la justicia electoral en México todavía está sujeta a presiones externas y cuestionamientos sobre su imparcialidad.

 

Rojo de la Vega no ha dudado en hacer públicos estos vínculos y los ha utilizado como un argumento central en su defensa. Según ella, el fallo del TECDMX no solo es injusto, sino que es un claro ejemplo de cómo se pueden manipular las instituciones en beneficio de intereses particulares.