19 septiembre, 2024

 

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta un desafío en su lucha por la seguridad: la identificación y desarticulación de grupos porriles peligrosos que operan en la zona norte del Valle de México. Raúl Aguilar, secretario de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria de la UNAM, ha revelado que la institución trabaja en un plan estratégico para erradicar a estos grupos que, si bien han disminuido en número, siguen representando una amenaza significativa para la comunidad estudiantil.

 

Históricamente, la UNAM ha lidiado con más de 50 grupos porriles, pero Aguilar estima que actualmente hay menos de 20, de los cuales cuatro son particularmente peligrosos. Estos grupos están principalmente ubicados en la zona norte de la Ciudad de México, incluyendo la FEN de Naucalpan, la Preparatoria 9 “Pedro de Alba” y la Preparatoria 8. “Estos grupos son complicados, y su nocividad varía, pero su impacto en la comunidad universitaria es innegable”, afirmó Aguilar.

 

 

Para enfrentar esta problemática, la UNAM está desarrollando un mapa detallado que identificará cuántos grupos existen, dónde operan y quiénes son sus líderes. Este esfuerzo es parte de un plan más amplio que busca no solo la contención de estos grupos, sino su erradicación total. “La meta es que no existan, porque son dañinos para los jóvenes“, enfatizó Aguilar.

 

La estrategia incluye la creación de una comisión de investigación para explorar nuevas formas de prevenir que los estudiantes se involucren en estos grupos. “Sabemos que el sentido de pertenencia es crucial para los jóvenes, especialmente en el bachillerato. Por ello, estamos buscando alternativas que les ofrezcan una comunidad sana y segura”, explicó el secretario.

 

Además de las medidas preventivas, la UNAM ha conformado un grupo interinstitucional en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Colegio de Bachilleres para combatir a estos grupos de manera conjunta. Esta alianza busca fortalecer los esfuerzos de seguridad en las instituciones de educación media superior del país.

 

 

Otro problema vinculado a la presencia de estos grupos es el narcomenudeo. Desde 2018, la UNAM ha colaborado con las autoridades de la Ciudad de México para desarticular tres células delictivas y detener a 187 personas relacionadas con el tráfico de drogas dentro del campus. A pesar de estos avances, Aguilar admite que el narcomenudeo sigue siendo un problema, aunque los modus operandi han cambiado, ahora empleando métodos más discretos como la venta a través de WhatsApp.

 

La UNAM también enfrenta problemas de seguridad como robos en Ciudad Universitaria, aunque Aguilar subraya que los asaltos con violencia son raros, registrándose menos de 10 al año. En respuesta, la institución ha incrementado la vigilancia mediante 250 cámaras de seguridad distribuidas por todo el campus.

 

Finalmente, Aguilar destacó la importancia de la aplicación S.O.S UNAM, que permite a los estudiantes reportar emergencias de manera inmediata, reforzando así la seguridad en las instalaciones universitarias.