19 septiembre, 2024

 

Un grupo de más de un centenar de organizaciones conservadoras, incluyendo algunas de extrema derecha, ha elaborado un detallado plan de gobierno que se implementaría durante los primeros seis meses de una potencial nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos. Este plan, conocido como “Proyecto 2025“, retoma y amplía las políticas antiinmigrantes de su primer mandato, proponiendo medidas drásticas como el despliegue de fuerzas armadas en la frontera y la eliminación del asilo para migrantes.

 

El Proyecto 2025, un documento de 900 páginas elaborado por exfuncionarios de la administración Trump, establece guías para reestructurar el gobierno federal en favor de políticas conservadoras. Entre las propuestas más destacadas se encuentra el desmantelamiento del Departamento de Seguridad Interior (DHS) y la reorientación de sus dependencias para enfocarse en la lucha contra la migración.

 

 

Una de las medidas más controvertidas es la transformación del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) en una institución de inteligencia, encargada de considerar a los migrantes como potenciales amenazas para el país, en lugar de ayudarles a obtener la residencia legal.

 

El plan también contempla continuar la construcción del muro fronterizo, eliminar el programa de los “dreamers”, y deportar a unos 800 mil jóvenes beneficiarios de DACA, así como a 370 mil migrantes protegidos por el Estatus de Protección Temporal (TPS).

 

 

Asimismo, se propone reimplementar el programa “Quédate en México”, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos, y volver a utilizar el Título 42, una medida que impedía a los solicitantes de asilo ingresar a EE.UU. durante la pandemia.

 

El Proyecto 2025, encabezado por la Heritage Foundation, también propone poner fin a las visas para víctimas de trata de personas y abuso conyugal, y eliminar las restricciones que impiden realizar redadas en lugares como iglesias, hospitales y escuelas.

 

Este plan refleja las demandas más estrictas del ala conservadora del Partido Republicano y se alinea con la visión antiinmigrante promovida por figuras como Stephen Miller, arquitecto de las políticas migratorias de Trump.