19 septiembre, 2024

El 5 de agosto de 2024 será recordado como un “lunes negro” para el sector tecnológico. Las principales empresas tecnológicas, conocidas como los “Siete Magníficos”, han sufrido una caída drástica en su valor de mercado, cerrando el día con una acumulación de pérdidas cercanas a un billón de dólares. Este desplome refleja el impacto de la reciente caída global en los mercados bursátiles y la depreciación de monedas, incluida la del peso mexicano.

 

Apple y Nvidia están a la vanguardia de estas pérdidas. La caída en el valor de sus acciones ha sido significativa, afectando a un sector que en años recientes había mostrado un rendimiento excepcional. El temor de una posible recesión en Estados Unidos, exacerbado por el débil informe de empleo de la semana pasada, ha llevado a una avalancha de ventas en el mercado.

 

Durante las operaciones previas a la apertura del mercado, las acciones de Alphabet, Amazon, Meta Platforms, Microsoft y Tesla cayeron hasta un 12.2%. Este descenso en los valores de las acciones refleja un creciente nerviosismo entre los inversionistas, quienes buscan refugio en activos más seguros y especulan sobre posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

 

 

El impacto también se ha extendido a las empresas de semiconductores, un sector clave en el negocio de la inteligencia artificial. Firmas como Advanced Micro Devices, Intel, Super Micro Computer y Broadcom vieron reducciones de hasta un 10.3% en sus acciones. Las dificultades de Nvidia, particularmente, se han visto intensificadas por un informe que sugiere posibles retrasos de hasta tres meses en el lanzamiento de sus nuevos chips de IA debido a fallos de diseño. Estos retrasos podrían afectar a grandes clientes como Meta, Google y Microsoft.

 

La preocupación por las expectativas incumplidas también ha sido un factor clave. A pesar de las grandes inversiones en inteligencia artificial, los informes financieros recientes de Amazon, Microsoft y Alphabet han echado por tierra las esperanzas de que estos gastos se tradujeran rápidamente en crecimiento. La decepción de los inversores ha sido evidente, con una presión creciente sobre los valores de estas empresas.

 

Dan Coatsworth, de AJ Bell, señaló que las altas expectativas puestas en los “Siete Magníficos” han llevado a una situación donde cualquier incumplimiento de estas expectativas resulta en una fuerte reacción del mercado. “Su éxito las ha convertido en intocables a ojos de los inversores y, cuando no alcanzan la grandeza, salen a relucir los cuchillos”, comentó.

 

Mientras tanto, la turbulencia en el mercado continúa, y las principales tecnológicas enfrentan un panorama incierto en el corto plazo. La capacidad de estas empresas para recuperarse y adaptarse a las nuevas condiciones económicas será crucial para su futuro.