En un nuevo desarrollo alarmante, las autoridades de sanidad animal en Hungría han identificado un foco de la cepa H5N1 de la gripe aviar en la localidad de Böny, al oeste del país. Como medida de contención, se ha iniciado el sacrificio de 26,500 pavos en la zona afectada.
La Oficina Nacional de Seguridad de la Cadena Alimentaria (Nébih) ha tomado medidas inmediatas, estableciendo una zona de protección de 3 kilómetros alrededor de la granja en la provincia de Györ-Sopron-Moson, así como una zona de vigilancia de 10 kilómetros para prevenir la propagación del virus.
Este brote se suma a los casos previos detectados en varias provincias húngaras, desde la frontera con Rumanía hasta las regiones cercanas a Austria. En lo que va del año, Hungría ha registrado 63 casos de gripe aviar, resultando en el sacrificio de casi un millón de aves de corral. Además, se estima que más de 20,000 grullas comunes han perdido la vida debido al brote.
La preocupación por la propagación del virus no es exclusiva de Hungría. En septiembre pasado, en Finlandia, la Agencia Alimentaria ordenó el sacrificio de todos los zorros y perros mapache en granjas peleteras afectadas por la gripe aviar. Esta medida, que afectó a 109,000 zorros y 6,000 perros mapache, se suma a otros 135,000 animales sacrificados durante el verano, principalmente zorros y visones.
Las autoridades húngaras están trabajando arduamente para contener la situación y proteger la salud animal y humana. La detección temprana y las medidas de bioseguridad son cruciales para evitar la propagación del virus en la región. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación y las acciones tomadas por las autoridades sanitarias en Hungría.