12 marzo, 2025 1:29 AM
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El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo después de la catarata y la primera que genera la pérdida irreversible de la visión. Es un trastorno crónico, progresivo y degenerativo del nervio óptico que daña el campo visual y se estima que 80 millones de personas lo padecen en el planeta.

 

En México, de acuerdo a información de la Secretaría de Salud, refiere que, en promedio, 1.5 millones de personas lo tienen. Es conocido como “el ladrón silencioso”, que ataca sin mediar ningún síntoma en sus etapas tempranas; de hecho, la mitad de quienes lo presentan no lo saben.

 

Las académicas de la Universidad Autónoma de México, Adriana Hernández López, de la Facultad de Medicina, y Ana Laura Martínez Rodríguez, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores,  explicaron que en la mayoría de los casos su impacto se percibe hasta que ocurre una pérdida significativa de la visibilidad.

 

En ocasión del Día Mundial del Glaucoma a conmemorarse el 12 de marzo las especialistas en oftalmología y en optometría, respectivamente, detallarón que es un padecimiento que lesiona las fibras nerviosas de la retina, es decir, el nervio óptico encargado de llevar las imágenes que capta el globo ocular hacia el cerebro donde se procesa esa información, de tal manera que se considera una neuropatía.

 

En ese contexto, las oftamologas indican que por lo regular se asocia a elevación de la presión intraocular, pero también existen factores como la predisposición genética. Si hay familiares con esta patología el riesgo es mayor, lo mismo sucede conforme se incrementa la edad, o hay asociación de enfermedades sistémicas o locales.

 

Ana Laura Martínez, responsable de la Licenciatura en Optometría de la ENES León, insistió en que debe tomarse en cuenta que al inicio podría ser totalmente asintomática, razón por la cual es indispensable acudir a revisiones tempranas para un diagnóstico oportuno, porque cuando los síntomas se manifiestan existe una pérdida de la visión periférica, incluso dolor en el globo ocular y, en casos importantes, ceguera y en esa etapa ya se perjudican las células ganglionares el último relevo entre la retina y la vía visual que va al cerebro y mueren, pues no pueden regenerarse.

Una vez diagnosticada la patología, es necesario un tratamiento por el oftalmólogo para frenar el daño.

 

Destacó que en el país la cantidad de oftalmólogos certificados es reducida: cinco mil en promedio; con base en este número, la cifra de expertos en glaucoma suele ser aún menor. De acuerdo con el Instituto Mundial del Glaucoma, en nuestra nación existen 150 glaucomatólogos certificados, aproximadamente.

 

La especialista mencionó que para diagnosticar el Glaucoma, la ENES León de la UNAM cuenta con una serie de estudios denominados “Paquete Glaucoma” y que ahí pueden recibir atención.

 

En esa etapa se perjudican las células ganglionares –el último relevo entre la retina y la vía visual que va al cerebro– y mueren, pues no pueden regenerarse. Una vez diagnosticada la patología, es necesario un tratamiento por el oftalmólogo para frenar el daño.

 

Destaca que en el país la cantidad de oftalmólogos certificados es reducida: cinco mil en promedio; con base en este número, la cifra de expertos en glaucoma suele ser aún menor. De acuerdo con el Instituto Mundial del Glaucoma, en nuestra nación existen 150 glaucomatólogos certificados, aproximadamente.

 

Un procedimiento más sería el láser para el tratamiento de esta enfermedad, necesario para drenar el humor acuoso y disminuir la presión ocular. En tercer lugar, el implante valvular que ayuda a “hacer que el mecanismo de flujo del humor acuoso funcione de forma correcta”, cuyos costos van de 20 mil a 80 mil pesos, de acuerdo con el hospital que se trate.

 

Precisa que el diagnóstico es caro ya que se requieren diferentes estudios, entre ellos evaluación visual completa para obtener la agudeza visual, observar el estado del fondo de ojo y medir la presión intraocular. Además de exámenes especiales como tomografía de coherencia óptica, del nervio óptico y células ganglionares, así como campos visuales, los cuales tienen un costo de hasta cuatro mil 500 pesos. “Hay que repetirlos cada tres o seis meses, según el tipo de glaucoma, su avance, edad del paciente, entre otros factores”.

 

En la ENES León, prosigue, se ofrece el “Paquete Glaucoma”, que incluye todos los estudios para diagnosticarlo. Se dispone de lo indispensable para el examen visual completo, además del equipo para la evaluación, diagnóstico y seguimiento, cuyo costo es de 2 mil 990 pesos e incluye admisión a optometría, tomografía de coherencia óptica, retinografía, campimetría y electrorretinograma, lo que en la clínica privada el costo sería casi del doble.

 

También el área de Optometría de la ENES León ofrece el programa de tamizaje visual para recién nacidos a quienes se les realiza una evaluación visual y ocular; además se atiende a pacientes de diferentes edades, incluidas personas adultas mayores.

 

Hernández López y Martínez Rodríguez sugirieron que las personas de más de 40 años deben acudir a revisión oftalmológica al menos una vez por año, tengan o no síntomas, con la intención de conocer su estado de salud visual, ya que el glaucoma se perfila como un problema de salud en las próximas décadas.