6 noviembre, 2024

 

El conflicto entre Israel y Hamás ha dado un giro significativo con la muerte de Yahya Sinwar, líder del grupo islamista, durante un operativo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Franja de Gaza. Según informes de la cancillería israelí y las FDI, el ataque se llevó a cabo el jueves, donde también fueron eliminados otros dos militantes de Hamás.

 

El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, afirmó que Sinwar era “el asesino en masa responsable de la masacre y las atrocidades del 7 de octubre”, fecha en la que se inició la actual guerra en Gaza.

 

Esta acción marca un cambio en la campaña de Israel contra los líderes de Hamás, siendo la muerte de Sinwar el cuarto asesinato más significativo desde el inicio del conflicto; anteriormente, Israel había eliminado a otros altos mandos de Hamás, como al líder político Ismail Haniyeh y al comandante militar Mohamed Deif.

 

Yahya Sinwar, un destacado miembro de la facción más radical de Hamás, había estado al mando del grupo en Gaza desde 2017. Se le atribuye un papel crucial en el ataque del 7 de octubre, que resultó en la muerte de 1,206 israelíes, en su mayoría civiles. Ese día, milicianos de Hamás llevaron a cabo una serie de ataques que incluyeron la toma de rehenes, con 251 personas secuestradas, de las cuales 97 siguen retenidas en Gaza. Según el ejército israelí, 34 de estos rehenes han sido declarados muertos.

La respuesta israelí al ataque ha sido feroz, resultando en la muerte de al menos 42,438 palestinos en Gaza, la mayoría de ellos civiles, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud de Gaza, cifras que han sido verificadas por la ONU. Este conflicto ha desencadenado una crisis humanitaria en la región, con un impacto devastador en la población civil.

 

El operativo que resultó en la muerte de Sinwar resalta la escalada de la violencia y el enfoque de Israel en desmantelar la cúpula de liderazgo de Hamás. A medida que continúan los enfrentamientos, el futuro del conflicto y sus repercusiones en la región siguen siendo inciertos, con un aumento en las tensiones y el sufrimiento humano. Las FDI han dejado claro que su objetivo es neutralizar a los líderes que amenazan la seguridad de Israel, mientras que la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los eventos en Gaza.