En una muestra de resiliencia y compromiso democrático, Xóchitl Gálvez, candidata del PAN-PRI-PRD, aceptó su derrota en las recientes elecciones presidenciales frente a Claudia Sheinbaum de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
A través de un mensaje emotivo, no solo reconoció el resultado, sino que también extendió sus esperanzas para el futuro de México y prometió continuar su lucha política así que “nos vemos en tres o seis años”, dijo Gálvez.
La noche del conteo rápido, Gálvez, acompañada de líderes partidistas Marko Cortés del PAN, Alejandro “Alito” Moreno del PRI y Jesús Zambrano del PRD, hizo un llamado a la unidad y la reconciliación nacional. “Es momento de la reconciliación, ser candidata de esta coalición de partidos fue un gran honor. ¡Qué viva México!”, expresó, destacando la necesidad de superar las divisiones post-electorales para avanzar juntos como país.
En un gesto de cortesía política, Gálvez compartió detalles de su conversación con la virtual ganadora, Claudia Sheinbaum. Reconociendo los desafíos que enfrenta México, como el dolor y la violencia, la ex candidata expresó su deseo de que Sheinbaum logre resolver estos graves problemas.
“Le dije que vi un México con mucho dolor y violencia y desee que ella pueda resolver los graves problemas de nuestra gente”, mencionó, subrayando su amor y compromiso con México.
La respuesta de los partidos políticos fue igualmente respetuosa. Alejandro “Alito” Moreno, del PRI, publicó en su perfil de X, reconociendo oficialmente el triunfo de Sheinbaum. Este acto refleja la madurez política de los partidos involucrados y su respeto por las instituciones democráticas de México.
Lejos de ver esta derrota como un final, Gálvez la considera un impulso para continuar su carrera política. “Nos vemos en 3 o 6 años”, prometió, dejando la puerta abierta a futuras candidaturas y a un rol activo en la política nacional. Esta declaración no solo muestra su determinación, sino que también señala su visión a largo plazo para contribuir al bienestar de México.
Xóchitl Gálvez, en su reconocimiento de la derrota, ha demostrado una gran dignidad y ha reforzado el tejido democrático de México. Su actitud es un recordatorio de que en la democracia, las elecciones son solo un mecanismo para escuchar la voluntad del pueblo, y que el verdadero trabajo comienza después de los resultados electorales. Con líderes como Gálvez, el futuro político de México se perfila hacia una era de diálogo y cooperación, esencial para enfrentar los retos que tiene por delante.
