21 noviembre, 2024

 

La Ciudad de México enfrenta un desafío poco común pero significativo: los microsismos registrados en la zona Mixcoac-Plateros han causado daños estructurales en diversas viviendas, especialmente en las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez. Ante esta situación, las autoridades capitalinas han intensificado sus esfuerzos para mitigar los daños y garantizar la seguridad de los habitantes.

 

La Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México ha jugado un papel clave en la atención de estos daños. Hasta el momento, ha intervenido tres inmuebles multifamiliares ubicados en las colonias Alfonso XIII, Molino de Rosas, Lomas de Plateros y Mixcoac. Además, al menos 14 viviendas unifamiliares en estas alcaldías han sido atendidas como parte del programa de mitigación de daños. Estas acciones buscan restaurar la seguridad y habitabilidad de los inmuebles afectados.

 

Durante una reunión con vecinos de las zonas afectadas, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, informó que estas viviendas ya cuentan con la aprobación para la aplicación de un crédito a través del Programa de Mejoramiento de Vivienda del Instituto de Vivienda (Invi). Este programa ofrece una solución financiera a los propietarios para realizar las reparaciones necesarias en sus hogares, asegurando que las viviendas afectadas puedan ser rehabilitadas de manera adecuada y segura.

 

 

La preocupación por los microsismos y sus efectos ha movilizado no solo a las autoridades, sino también a la academia. Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han sido convocados para realizar estudios detallados sobre la actividad sísmica en la zona. Estos estudios, que se espera tomen alrededor de 18 meses en completarse, son fundamentales para entender las causas de los microsismos y desarrollar estrategias efectivas para mitigar sus impactos en el futuro.

 

La situación ha generado un fuerte sentido de urgencia entre los residentes de las colonias afectadas, quienes buscan respuestas y soluciones a los daños estructurales que han sufrido sus viviendas. La participación activa de la comunidad, junto con el respaldo del gobierno y la academia, es crucial para asegurar que los trabajos de mitigación sean efectivos y sostenibles.