21 noviembre, 2024

En un acto de resistencia, un numeroso grupo de comerciantes y vendedores ambulantes del Metro ha tomado las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México para protestar. Los inconformes se concentraron en la Avenida José María Izazaga, en su cruce con 20 de noviembre, provocando un cierre total de la circulación en esa importante zona de la capital.

 

La protesta se originó en respuesta a un operativo llevado a cabo por las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC), durante el cual se retiraron varios puestos de comercio informal. Los comerciantes argumentan que estos operativos son injustos y que les impiden ganarse la vida de manera digna, además acusan que hace aproximadamente un mes, varios de sus locales dentro del Metro fueron saqueados, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas para resarcir los daños o garantizar su seguridad.

 

El Centro de Orientación Vial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), emitió recomendaciones para los automovilistas, sugiriendo utilizar las alternativas de circulación por Isabel La Católica o Lucas Alamán para evitar la zona del bloqueo. Sin embargo, el tráfico en el área se vió severamente afectado, generando un caos vial que se extendió a lo largo de varias cuadras.

 

 

Entre las demandas de los comerciantes se encuentra la restitución de sus puestos y una respuesta clara de las autoridades respecto a los saqueos sufridos.No pedimos, más que nos dejen trabajar en paz”, comentó uno de los líderes de la manifestación, quien prefirió mantener el anonimato. Los manifestantes expresaron su intención de continuar con el bloqueo y avanzar hasta el Zócalo de la Ciudad de México, en busca de una audiencia con representantes del gobierno local.

 

La situación ha generado una fuerte presencia policial en la zona, con elementos de la SSC vigilando de cerca la protesta para evitar cualquier confrontación violenta. Las manifestaciones se han desarrollado  con una clara tensión entre los participantes y las autoridades.

 

La protesta de los comerciantes del Metro pone en evidencia la compleja relación entre el comercio informal y las políticas de ordenamiento. La resolución de este conflicto será un desafío tanto para los comerciantes como para el gobierno, en busca de un equilibrio que permita el desarrollo económico y social de la capital.