4 julio, 2024

“Una política de Estado no se decreta, se construye cuidadosamente con una serie de acciones avaladas por las fuerzas políticas relevantes, los gobiernos de los Estados, las organizaciones de la sociedad civil y los especialistas nacionales; elaborada bajo el supuesto de que quienes se incorporen a ella, están en el mismo barco”, destacó Salomón Chertorivski, candidato a la Jefatura de Gobierno por Movimiento Ciudadano, desde la Universidad Intercontinental, con motivo del evento “Compromiso por la Paz”.

 

El candidato asumió sin objeciones la agenda que la organización Diálogo Nacional por la Paz propone, al considerar  que no  hay un problema más grave y corrosivo  que la inseguridad, la violencia y la ausencia de paz. Señaló que el documento planteado está bien articulado en torno a sus siete ejes: tejido social, seguridad, justicia, cárceles, juventudes, gobernanza y derechos humanos.

 

“Su argumentación y justificación es sólida y persuasiva y por eso felicito a sus impulsores, redactores y promoventes. Y los felicito explícitamente desde mi punto de vista laico, porque echan mano de los datos, la evidencia y la razón”, indicó el emecista al iniciar su intervención.

 

 

 

 

 

 

 

Durante su participación en el evento, sumó algunos elementos que le resultan irrenunciables dentro de una estrategia de paz, seguridad y de cohesión social.

 

Tras dos décadas de un espiral de violencia expansiva, apuntó Salomón Chertorivski, primeramente se debe entender qué pasó como sociedad, qué llevó a un boom delincuencial y de violencia sin precedentes; quien abiertamente, dijo no compartir la visión de que el origen está en la pobreza: “no es verdad que los municipios más pobres de México sean al mismo tiempo los más violentos, pasa incluso lo contrario”.

 

Para Chertorivski entre los factores que son determinantes de la violencia están la  urbanización descontrolada en muchas regiones del país, donde la llegada de población sin vivienda, servicios públicos, sin escuelas ni acceso a la salud ha provocado una tensión social; como se vivió en los años setenta y ochenta en  peligrosa Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México.

 

Asimismo, añadió, influyen los cambios productivos que se experimentan en diversas zonas del país, porque se genera incertidumbre e inestabilidad social  sin opciones de políticas compensatorias para cuidar que quienes antes hacían productiva esa región, no vean destruido su modo de vida; fenómeno que puede suceder en las franjas aledañas del Tren Maya.

 

Para el aspirante de Movimiento Ciudadano, la descomposición social se debe diagnosticar caso por caso en su singularidad y combatirse en primer lugar con políticas urbanas y no con el Ejército ni la Guardia Nacional. Pero también, indicó, a la par es necesario recuperar la confianza en las policías locales.

 

 

Otro elemento fundamental que se citó, fue el diálogo. La simple y civilizada práctica de escuchar, hablar y buscar fórmulas de entendimiento en las que coincidan los distintos  y no sólo los adeptos; y al respecto, Chertorivski se dijo convencido de que frente a la polarización que se vive actualmente, un aspecto de la agenda  política que requiere de un diálogo urgente es el tema de la seguridad y la paz.

 

“Una lección debería quedarnos clara: el PAN fue gobierno e intentó combatir el boom delincuencial a su modo, fracasó. El PRI fue gobierno y también sostuvo su estrategia, allí están los malos resultados. Morena, es ahora la fuerza que comanda el aparato del Estado y sin embargo la inseguridad y la violencia no ceden, aumentan por desgracia; ya debería ser suficiente para extraer una lección elemental, aunque sea en este tema, deberíamos intentar una política de Estado”, señaló el candidato.

 

Salomón Chertorivski antes de suscribir el documento se comprometió ante los presentes  a realizar conjuntamente la primera “Conferencia nacional para la paz y la seguridad en México”, teniendo como sede la Ciudad de México; donde se  convoque a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil, a los estudiosos, a las universidades, centros de investigación y otros sectores que forman parte del abanico plural de México.

 

 

“Quiero que la ciudad se vuelva un epicentro de la conversación nacional sobre esta cuestión crítica, quiero convertirla en un lugar de encuentro, no de discordia; ajena a la polarización y proveedora del más amplio de los diálogos”, concluyó.