Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha encendido de nuevo la polémica tras declarar que México “está esencialmente dirigido por los cárteles” y sugerir un cambio de nombre para el Golfo de México a“Golfo de América”. Con estas afirmaciones, el magnate vuelve a poner en el centro de la discusión pública sus duras posturas sobre la migración, el comercio internacional y la relación histórica con sus vecinos de Norteamérica, incluyendo a Canadá.
Desde Mar-a-Lago, su residencia en Florida, Trump cuestionó la seguridad interna de México, el déficit comercial que Estados Unidos mantiene tanto con México como con Canadá y amenazó con la imposición de “aranceles sustanciales” si los gobiernos de ambos países no toman medidas que según él, son urgentes para frenar el flujo de migrantes y equilibrar la balanza comercial.
Recuento de los comentarios clave de cada uno de los participantesen la rueda de prensa y las reacciones que esta postura ha provocado en territorio mexicano y canadiense:
1. Mensaje de autocelebración desde Mar-a-Lago
La conferencia se desarrolló en el salón principal de Mar-a-Lago, donde un Donald Trump sonriente y rodeado de banderas estadounidenses dio inicio a su discurso con un mensaje de autocelebración tras la reciente certificación de su triunfo electoral por parte del Congreso de Estados Unidos. Pese a haber recibido la constancia oficial, su tono al referirse a México y Canadá fue severo, dejando en claro que sus promesas de campaña sobre frenar la migración y renegociar los acuerdos comerciales siguen en pie.
- Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos:
“México esencialmente está dirigido por los cárteles. No puedo permitir que eso ocurra. Es un lugar muy peligroso y la situación es inaceptable. Estados Unidos hace la mayor parte del trabajo, pero eso pronto cambiará”.
2. Acusaciones directas contra México
Uno de los momentos más álgidos ocurrió cuando Trump aseguró que México “está en muchos problemas” debido a la violencia, y que “millones de personas” entran de manera ilegal a Estados Unidos. Según sus datos, el Gobierno mexicano podría hacer más para detener a los migrantes en su ruta hacia el norte, y de no hacerlo, él impondría “grandes aranceles”.
- Donald Trump:
“No es justo que Estados Unidos asuma todas las consecuencias de la migración irregular. Ellos (México) pueden detener a la gente antes de que cruce nuestra frontera. Si se niegan, tendremos que poner aranceles enormes”. - Vocero de la Casa Blanca de transición:
Posteriormente, un funcionario del equipo de Trump explicó que el nuevo mandatario buscará “responsabilizar” a México por la falta de control en sus fronteras y por la supuesta inacción frente a los cárteles.
Mientras tanto, autoridades mexicanas aún no emiten un posicionamiento claro respecto a esta amenaza de aranceles, pero fuentes cercanas a la Secretaría de Relaciones Exteriores han adelantado que se emitiría un comunicado oficial en las próximas horas.
3. La propuesta de renombrar el Golfo de México
Sin duda, la idea más llamativa (y para muchos, descabellada) de la conferencia fue la de rebautizar el Golfo de México como “Golfo de América”. Trump describió el nuevo nombre como “hermoso” y “apropiado”, y aseguró que abarca “un territorio inmenso”. Esta propuesta desencadenó reacciones casi inmediatas en redes sociales, donde buena parte de la opinión pública consideró la iniciativa como absurda o una provocación al sentimiento nacional de los mexicanos.
- Donald Trump:
“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’. Qué nombre tan maravilloso. Y es apropiado porque somos nosotros quienes protegemos a todos en la región. Ya basta de que se aprovechen de nosotros”.
4. Canadá, también en la mira
Trump no se limitó a criticar a México. Durante el mismo encuentro, lanzó duras quejas contra Canadá, país que, a su juicio, es “subsidiado por Estados Unidos” en materia de defensa y que depende en gran medida del ejército estadounidense. El presidente electo enfatizó que si Ottawa no paga por esta protección, él “buscará cobrar la factura” de otro modo.
- Donald Trump:
“Canadá está subsidiada por nosotros. Está bien, pero tendrán que pagar. Tenemos un déficit comercial con ellos también, y eso no va a seguir sucediendo”.
5. Reacciones en México: descontento y cautela
Por el lado mexicano, la mayoría de las respuestas han sido de estupor y molestia, aunque prevalece la prudencia. Voceros de la presidencia han señalado, de manera extraoficial, que el Gobierno de México no se deja llevar por expresiones altisonantes y prefiere esperar para entablar un diálogo diplomático. No obstante, en el entorno político y ciudadano, existen preocupaciones reales acerca de cómo estas amenazas de aranceles y posturas antiinmigrantes puedan afectar la economía y la convivencia transfronteriza.
- Especialistas en comercio internacional como el Dr. Mario Alcántara, de la UNAM, advirtieron que “un rompimiento o una tensión comercial con Estados Unidos dañaría gravemente a ambas economías, dado que millones de empleos en el norte y en el sur dependen del tratado comercial vigente”.
- Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha insistido recientemente en que el país no vive la crisis de opioides que enfrenta Estados Unidos:
“Fentanilo en México realmente no es un problema. No hay una crisis como la hay en EU y Canadá. Decir que México está dominado por cárteles es exagerado, aunque reconocemos la presencia del crimen organizado en regiones específicas”.
6. Una coyuntura difícil para 2025
Lo cierto es que estas declaraciones se enmarcan en un año políticamente complejo. Analistas de la consultora Integralia han subrayado que el 2025 podría representar un alto riesgo político debido al regreso de Trump a la Casa Blanca, la centralización del poder en México y la tensión que esto genera con las políticas migratorias y comerciales. Todo indica que el discurso de ambos gobiernos deberá hilarse con cuidado para evitar una confrontación económica que desemboque en consecuencias negativas para las poblaciones de ambos lados de la frontera.
- Informe de Integralia:
“2025, año de riesgo político alto; señala el regreso de Trump y la centralización del poder de Morena como factores que pueden encender focos rojos en la región”.
7. El futuro: ¿renegociación o confrontación?
Mientras Trump promete una “época de oro” para Estados Unidos, el resto de Norteamérica observa con cautela lo que podría convertirse en una nueva y agria fase de tensiones con Washington. Los expertos concuerdan en que aún es demasiado pronto para saber si el presidente electo cumplirá todas sus amenazas o si usará un tono más diplomático una vez que asuma el poder. Por ahora, la Casa Blanca entrante manda señales claras de que desea una renegociación de las dinámicas tanto comerciales como migratorias.
Entre la amenaza de grandes aranceles y la extravagante propuesta de renombrar el Golfo de México, la relación entre México y Estados Unidos se sumerge en una etapa incierta. Un escenario en el que millones de ciudadanos de ambos países esperan no ver afectados sus empleos, comercios ni conexiones familiares.
La pelota está en la cancha de la diplomacia. Con la fecha de toma de posesión de Trump cada vez más cerca, los gobiernos de México y Canadá se preparan para replantear sus estrategias ante un estilo de liderazgo que, sin duda, sacude la forma tradicional de hacer política.