10 noviembre, 2024

 

El expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha solicitado a la justicia que su sentencia, tras ser hallado culpable de falsificación de registros comerciales, sea postergada hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Esta petición, presentada por sus abogados, ha generado un amplio debate sobre las implicaciones legales y políticas de tal retraso, en un contexto donde Trump enfrenta múltiples procesos judiciales mientras busca regresar a la Casa Blanca.

Donald Trump fue declarado culpable en mayo de 2024 por un jurado en Nueva York de 34 cargos de falsificación de registros comerciales. Estos cargos están relacionados con pagos realizados a la ex actriz porno Stormy Daniels, destinados a comprar su silencio sobre una supuesta aventura extramatrimonial que, según el exmandatario, nunca ocurrió. Estos pagos se realizaron durante la campaña presidencial de 2016 y se registraron como gastos legales, lo que constituyó la base de los cargos por los que Trump fue condenado.

 

La fecha para la sentencia de Trump está programada para el 18 de septiembre de 2024, coincidiendo con el inicio de la votación anticipada para las elecciones presidenciales, sin embargo, los abogados del expresidente, encabezados por Todd Blanche, han solicitado que se posponga la sentencia hasta después de las elecciones del 5 de noviembre.

 

En una carta dirigida al juez Juan Merchan, quien supervisa el caso, Blanche argumentó que el retraso permitiría a Trump apelar una decisión relacionada con su inmunidad presidencial, prevista para ser discutida en una audiencia separada el 16 de septiembre.

 

Blanche también señaló que “no hay ninguna base para apresurarse” con la sentencia y sugirió que la prisa podría estar motivada por “objetivos espurios de interferencia electoral”. Según el abogado, aplazar la sentencia ayudaría a preservar la integridad del proceso judicial y evitaría influir en el electorado en un momento crítico.

 

Este no es el primer intento de la defensa de Trump por alterar el curso del juicio. El miércoles pasado, el expresidente fracasó por tercera vez en su intento de apartar al juez Juan Merchan del caso, alegando un supuesto conflicto de intereses. Los abogados de Trump argumentaron que la hija del juez trabaja para una organización vinculada al Partido Demócrata, lo que según ellos, comprometería la imparcialidad del magistrado.

 

No obstante, Merchan rechazó la solicitud, calificando los argumentos de la defensa como una “repetición de afirmaciones rancias y sin fundamento”. Esta decisión refuerza la posición del juez en el caso, lo que complica aún más los esfuerzos de Trump por retrasar su sentencia.

 

Implicaciones políticas y legales

La solicitud de Trump de posponer su sentencia hasta después de las elecciones ha generado una serie de reacciones, tanto de sus partidarios como de sus detractores. Para sus seguidores, esta es una medida necesaria para garantizar que el expresidente tenga un juicio justo y que no se utilicen los procedimientos legales como una herramienta para influir en las elecciones. Sin embargo, para sus críticos, la petición es vista como una táctica para evitar las consecuencias legales mientras continúa con su campaña presidencial.

 

El caso de Nueva York es solo uno de los varios frentes legales que enfrenta Trump. En Washington, está acusado de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020, mientras que en Georgia enfrenta cargos relacionados con la misma cuestión. En ambos casos, Trump ha intentado retrasar los procedimientos hasta después de las elecciones de 2024, argumentando que los procesos judiciales en su contra son una persecución política diseñada para impedir su regreso a la presidencia.

 

La situación legal de Trump ha complicado significativamente su campaña presidencial. Aunque sigue siendo una figura dominante en el Partido Republicano, las múltiples investigaciones y juicios en su contra han desviado la atención de sus propuestas políticas y han generado dudas sobre su capacidad para gobernar si es reelegido.

 

A pesar de esto, Trump ha utilizado sus problemas legales como una herramienta para movilizar a su base de apoyo, presentándose como una víctima de una persecución política por parte del “estado profundo” y de la administración de Joe Biden.

 

El aplazamiento de la sentencia, si es concedido, podría tener un impacto considerable en la dinámica de la campaña. Al evitar una condena antes de las elecciones, Trump podría minimizar el daño político y mantener a sus seguidores enfocados en su mensaje de “recuperar” Estados Unidos. No obstante, si la solicitud es rechazada y la sentencia se emite en septiembre, las implicaciones para su campaña podrían ser devastadoras, especialmente si la condena incluye una pena de prisión.