17 septiembre, 2024

 

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha validado la reelección de Nicolás Maduro para un tercer mandato presidencial, a pesar de las acusaciones de fraude por parte de la oposición y varios países occidentales. Con esta decisión, Maduro se asegura un nuevo periodo de seis años al frente de la República Bolivariana de Venezuela, que abarcará de 2025 a 2031.

 

La sentencia, leída por Caryslia Rodríguez, presidenta del TSJ, ratificó los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tras las elecciones del 28 de julio de 2024. Según el CNE, Maduro obtuvo el 52% de los votos, superando al candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien obtuvo un 43%. Sin embargo, la oposición, liderada por María Corina Machado, asegura que González ganó con más del 60% de los votos y que poseen pruebas para demostrarlo.

 

 

Maduro, por su parte, solicitó al TSJ que certificara los resultados, calificando el fallo como “inapelable“; pero el TSJ como el CNE, han sido acusados de estar al servicio del chavismo, lo que ha generado desconfianza en los resultados electorales. La oposición ha declarado que cualquier sentencia judicial sobre este proceso sería “ineficaz y nula”, señalando que se estarían violando los derechos de los electores.

 

El abogado y académico Francisco Rodríguez comentó que el TSJ debería haber sido el lugar donde la oposición defendiera sus argumentos si realmente tuviera la mayoría de votos. Rodríguez se mostró convencido de la victoria de Maduro, cuestionando por qué la oposición no presentó sus pruebas ante el tribunal.

 

A pesar de la validación oficial, la controversia sobre la legitimidad de esta reelección continúa, y las tensiones políticas en Venezuela permanecen elevadas. La comunidad internacional sigue observando de cerca el desarrollo de esta situación, mientras el país se enfrenta a un futuro incierto bajo el mando de Nicolás Maduro.