La madrugada de este viernes, un tráiler de carga se estrelló contra un pilar de la Línea B del Metro, en el tramo elevado que conecta las estaciones Oceanía y Romero Rubio, justo a unos metros de Plaza Encuentro Oceanía, en la alcaldía Venustiano Carranza. El impacto dejó un saldo trágico: el conductor falleció en el lugar y se generó un severo caos vial que aún se resiente durante el día.
El choque fue tan fuerte que dobló parte de la estructura de soporte del viaducto elevado y dejó el tráiler prácticamente destrozado. Aunque el Sistema de Transporte Colectivo (STC) aseguró que las operaciones en la Línea B no fueron interrumpidas, brigadas de ingenieros realizan revisiones estructurales para descartar riesgos en la seguridad del servicio.
Al lugar acudieron elementos de la SSC, Bomberos y Protección Civil, quienes realizaron labores de rescate y acordonaron la zona. Los peritajes preliminares apuntan a que el conductor perdió el control del vehículo al circular sobre Avenida Oceanía, una vialidad que a menudo registra tránsito pesado y maniobras complicadas de transporte de carga.
Caos en la movilidad
El cierre de carriles centrales de Avenida Oceanía provocó congestionamientos en gran parte de la zona oriente de la capital. Automovilistas reportaron tiempos de traslado superiores a una hora en tramos que normalmente se recorren en 15 minutos.
Las autoridades recomendaron como rutas alternas:
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Eje 3 Oriente
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Avenida Gran Canal
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Calzada de los Misterios
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Calzada de Guadalupe
El siniestro reabre el debate sobre la seguridad estructural de los tramos elevados del Metro, especialmente después del desplome en la Línea 12 en 2021. Aunque en este caso no hubo afectación directa al servicio, vecinos de la zona expresaron preocupación por la resistencia de los pilares frente a impactos de vehículos de gran tonelaje.
Además, el percance refleja otro problema de fondo: la circulación de transporte pesado en avenidas urbanas sin barreras físicas que protejan la infraestructura crítica de la ciudad.
El accidente en Oceanía no solo deja un saldo fatal y complicaciones viales; también vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar medidas de seguridad vial y urbana alrededor de las instalaciones del Metro. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuánto falta para que la prevención tenga el mismo peso que la reacción?