La reciente reforma que limita la renta de inmuebles a través de plataformas como Airbnb a 180 noches al año ha encendido las alarmas entre los anfitriones y prestadores de servicios turísticos en la Ciudad de México. La organización “Todos Somos Anfitriones”, que agrupa a 500 anfitriones, advierte que esta medida afectará a 80 mil personas, entre anfitriones, personal de limpieza, plomeros y otros trabajadores, quienes podrían ver disminuidos sus ingresos o incluso perder sus empleos.
Ángel Jesús Torres, fundador de la organización, afirmó que la modificación de la Ley de Vivienda y Ley de Turismo local responde a intereses particulares y no solucionará problemas como la gentrificación ni incrementará la oferta de vivienda en la ciudad. “Esta reforma solo obligará a los anfitriones a entrar al mercado negro durante la mitad del año”, señaló.
Torres relató su experiencia personal, explicando cómo el uso de Airbnb le permitió salir de una situación económica precaria. “Hace más de 10 años comenzamos a rentar departamentos. En ese entonces, yo ganaba ocho mil pesos al mes, que se iban directo al pago de la renta, y sobrevivíamos con el sueldo de mi novia”, recordó.
Hoy en día, junto con su pareja, han logrado gestionar cuatro casas en Coyoacán, generando empleo para cinco personas de limpieza, dos de administración, dos de mantenimiento y una persona de marketing. “A las personas de limpieza les pagamos 500 pesos al día, más de lo que ganarían limpiando casas o en hoteles”, subrayó, destacando el impacto positivo de estas plataformas en el empleo local.
Frente a este escenario, la organización buscará una audiencia con la jefa de Gobierno, Clara Brugada, en las reuniones públicas que encabeza en el Zócalo capitalino, con el objetivo de solicitar mesas de diálogo para analizar las implicaciones sociales y económicas de esta reforma aprobada el 2 de octubre. Torres mencionó que es urgente reconsiderar las limitaciones impuestas, pues los afectados no solo son los anfitriones, sino una cadena completa de trabajadores.
Además, advirtió que otro efecto de la reforma será la disminución en el flujo de turistas a la ciudad. “Si los precios suben por el límite de noches, los turistas extranjeros preferirán destinos más competitivos como Bali o Vietnam, lo que afectará gravemente a la economía local”, concluyó.