El gobernador de Texas, Greg Abbott, oficializó la ley SB4, generando debate por sus medidas migratorias más estrictas. La legislación, ahora vigente, concede a las autoridades locales y estatales el poder de deportación inmediata.
La SB4 convierte en delito estatal la entrada irregular de migrantes, marcando un cambio significativo en las políticas migratorias de Texas. Abbott asegura que estas medidas buscan fortalecer la seguridad, pero críticos sostienen que podrían afectar la relación entre comunidades y autoridades.
Entre las claves de la nueva ley se encuentra la posibilidad de deportación sin demora, dando un papel activo a las autoridades locales en la aplicación de medidas migratorias. Este paso genera opiniones divididas en la población y destaca la importancia de un diálogo continuo sobre políticas migratorias en el estado.
