2 julio, 2024

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en marzo la tasa de desempleo en México disminuyó a 2.3%, lo que representa una reducción de 0.2 puntos porcentuales comparado con el mes anterior. Este mes se destacó por un incremento en el número de personas empleadas, alcanzando un total de 59.8 millones, 539,000 más que el mismo periodo del año pasado.

 

De acuerdo con Inegi, la población desocupadaaquellos que no trabajaron ni una hora durante la semana de referencia pero expresaron su disposición a trabajar— disminuyó en 50,000 personas durante el mes de marzo, sumando un total de 1.4 millones.

 

En términos de género, la desocupación masculina bajó un 12.7% respecto a marzo de 2023, mientras que el desempleo femenino subió un 12.11%, sumando 611,000 mujeres sin empleo.

 

El análisis por duración del desempleo reveló que el 16% de los desocupados buscaron trabajo por más de tres meses, el 40.1% estuvo sin empleo de uno a tres meses y el 40.3% buscó empleo hasta por un mes.

 

En relación a la población económicamente activa, esta fue de 61.2 millones, 750,000 personas más respecto al mismo mes del año anterior. Del total de personas ocupadas, 41.6 millones se desempeñaron como trabajadores subordinados y remunerados, lo que representa un aumento de un millón en comparación con marzo del año pasado. Por su parte, 13 millones trabajaron de manera independiente, mostrando una disminución de 135,000 personas respecto al año anterior.

 

El informe también destacó que 3.1 millones de personas se categorizaron como patronas, patrones o empleadores, y 2.1 millones trabajaron en negocios o parcelas familiares sin recibir remuneración monetaria. Además, se registraron 3.9 millones de personas subocupadas, es decir, aquellas que necesitan y están disponibles para trabajar más horas, representando el 6.5% de la población ocupada.

 

Este panorama laboral subraya una tendencia gradual hacia la recuperación en el mercado laboral mexicano, aunque también destaca la necesidad de atender las diferencias de género y la calidad del empleo para asegurar un desarrollo equitativo.