Opinión

Tag del Bienestar, ¿el caballo de troya de la izquierda digital?

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Esto se está volviendo un guión para la próxima película de ciencia ficción -y ni tanta- de Christopher Nolan; sucederá en un mundo donde un orden mundial quiere asumir un mayor control sobre la población, y ocurre declarando constitucionales leyes que atentan contra la privacidad de los habitantes, es a través de promesas de modernidad donde la información de los implicados está expuesta a los intereses perversos de organizaciones políticas fuerte de ese mundo, con un espíritu intrigoso y desleal a cambio de más poder. Las figuras públicas se pelean por elevar su popularidad en busca de más privilegios y donde los rebeldes de esta historia tendrán que enfrentar a sus adversarios para liberar al pueblo de la compra de su voluntad que es a cambio de migajas y beneficios raquíticos para sobrevivir en este falso Paraíso.

 

¿Qué nombre le pondría?, “Troya de la izquierda digital“, habrá que pulir el título y darle más punch, pero en pocas palabras de eso va esta historia. Mire es temporada de estrenos en el cine y para churros ya tenemos varios en cartelera, pero nada como los que brillan en la mañanera.

 

Con proyectos ambiciosos que no tienen la transparencia suficiente -o la tienen a modo-, es complicado ver de dónde y cómo se hace valer el dinero del que se sirven los políticos para estas ideas.

 

Mientras tanto, la deuda sigue creciendo, no olvide que el gobierno anterior -el de AMLO, el héroe de la patria moderna- dejó a cada mexicano 131 mil 738 pesos para pagar, porque pues lo suyo nunca fueron los números supongo, esto es 17.5 % más que en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Y se traduce en algo como lo que hace usted pagando el mínimo de sus deudas porque la quincena no alcanza.

 

¿Quieren una cuchara más grande?

Mire no es por mal pensado, pero si actualmente una de las principales empresas de Telepeaje en México tiene más de 5 millones de usuarios registrados, un negocio así suena prometedor para el gobierno, además si a eso le echamos que pongan algunos siervos de la nación a vender chocolates y gorditas en las casetas para los viajeros frecuentes, es negocio redondo. Por eso quizás es tiempo de decir adiós al Tag amarillo y darle a bienvenida a uno que promete velocidad y ahorros y más beneficios que el agua del tlacote que hasta quitaba cáncer y lo americanista decían, pero cuidado, podría ejecutar un plan maestro de vigilancia y poder absoluto sobre el bolsillo y la privacidad.

 

CAPUFE anunció con bombo y platillo que la mayoría de sus carriles solo aceptarán dispositivos TAG. ¿El objetivo? “Cruces más rápidos”, según voceros. En realidad, si te faltan 10 centavos para completar el saldo mínimo —que es el total del tramo, no importa si sales antes— tu Tag te mandará a dar la vuelta como perro sin dueño.

 

Solo esperemos que las Ventajas de la digitalización… según el gobierno, no traigan sobre costos como los del Aeropuerto Felipe Ángeles, 673 mil millones de pesos más de lo que cotizaron. Ya sabe usted, los albañiles luego no le echan bien lápiz.

 

Con el TAG del Bienestar, el gobierno dice que habrá:

  • Rapidez y eficiencia: adiós filas, hola “pase exprés”.
  • Menos corrupción: menos billetes significa menos “mordidas”.
  • Inclusión financiera: hasta tu tía que no conoce Zoom tendrá “billetera digital”.

Un reverso tenebroso: vigilancia y control

  • Cada pago deja huella: café, gasolina, casetas, hasta la paleta en la esquina. El gobierno local crea un mapa exacto de tus pasos y tus hábitos.
  • Manipulación de tarifas: Con un par de clicks pueden ajustar el precio del peaje, la luz o el agua según tu “perfil de usuario”.
  • Bloqueos sin juicios: Críticas incómodas en redes sociales podrían convertirse en “congelamientos preventivos” de tu Tag y tu saldo.

 

Así las tendencias globales: “izquierda digital” en acción

No es un invento local. En China el “yuan digital” amarra tu puntuación social a tus compras, mientras en Venezuela el Petro castiga cuentas de opositores, o en Argentina/Bolivia hay topes a retiros de efectivo disfrazados de “incentivo al consumo electrónico”.

 

Y ahora en Morenarnia: “Facilitar la vida” para luego facilitar el control. No sé usted, pero yo todavía no veo que tengamos la gasolina al precio que prometieron, las pensiones para el nivel de vida que los jubilados aspiran, un sistema de salud digno de presumir y una calidad educativa que permita obtener los trabajos calificados que el mundo laboral demanda. Porque claro, la culpa fue de los gobiernos pasados (de los cuales muchos se brincaron al gobierno actual) y tenemos que esperar quizás otros 6 años más para ver frutos reales, si no es que los extraterrestres llegan primero, eso si, pagando su respectiva caseta y derecho de aterrizaje.

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