7 noviembre, 2024

 

La prevista renegociación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para 2026 promete ser una de las más tensas en la historia del acuerdo comercial entre estos países, especialmente con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Con una mayoría republicana en ambas cámaras, Trump tendrá mayor control sobre las condiciones de renegociación, lo que podría afectar áreas clave, como la industria automotriz y el comercio agrícola. Este nuevo escenario plantea desafíos significativos para la economía de México y la relación trilateral en América del Norte.

 

Retos para el sector atomotriz

Uno de los temas más sensibles en la renegociación será el sector automotor. Trump ha manifestado su intención de modificar las reglas de origen, que son fundamentales en el T-MEC para el ensamblaje y la exportación de vehículos. Carlos Bautista, experto en comercio internacional de la Universidad La Salle, explica que “Trump considera que las reglas actuales perjudican a los trabajadores estadounidenses y buscará imponer condiciones que favorezcan a la industria automotriz de su país”.

 

El posible cambio en las reglas de origen podría elevar el contenido estadounidense en los vehículos producidos en Norteamérica, encareciendo los costos de producción y generando presiones sobre la competitividad de la industria mexicana. En una reciente manifestación, Trump también amenazó con imponer aranceles de hasta un 200% a los autos fabricados en México, si considera que la producción mexicana afecta negativamente al empleo en Estados Unidos.

 

José Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, comentó que “este tipo de medidas crearían tensiones en la relación bilateral y representan un golpe para la industria automotriz en México, la cual ha sido clave para el desarrollo económico del país”. Martínez añadió que es urgente que México establezca una política de Estado sólida y una agenda de negociación que incluya el respaldo de grupos de interés académico y político.

 

Agricultura y maíz transgénico: Tema álgido

Otro punto crítico es el comercio agroalimentario. México, Estados Unidos y Canadá conforman uno de los bloques comerciales más sólidos en este sector, especialmente en productos como maíz, carne y lácteos, con un índice de autosuficiencia alimentaria del 112%. Las políticas de Trump podrían poner en riesgo esta integración, donde la prohibición del maíz transgénico para consumo humano en México es uno de los puntos más conflictivos, y es posible que Estados Unidos presione para que México revise su postura.

 

Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advirtió sobre las posibles repercusiones de estas políticas. “El sector agroalimentario ha sido un ejemplo de integración comercial exitosa, y la imposición de aranceles pondría en riesgo este equilibrio. La exportación de granos básicos de Estados Unidos a México, y viceversa, es fundamental para ambos países”, explicó Anaya. Asimismo, destacó que los aranceles podrían generar una inflación en los precios de los alimentos en México y afectar a los consumidores estadounidenses.

 

Anaya también mencionó la controversia del maíz transgénico, cuya resolución está prevista para este mes. De perder México la disputa, Estados Unidos y Canadá estarían en posición de aplicar aranceles a productos mexicanos, lo que pondría en riesgo sectores clave como el agrícola y el agroindustrial.

 

Factores políticos y económicos en el horizonte

El regreso de Trump se da en un contexto de descontento de la población estadounidense con el manejo de la economía y las relaciones comerciales durante la administración de Joe Biden, y según especialistas, esta situación fortalece la postura de Trump de “Estados Unidos primero”, lo que implica una presión constante sobre las economías de sus socios comerciales.

 

En uno de sus últimos discursos, Trump advirtió que impondría aranceles del 25% si México no controla el flujo migratorio y el tráfico de drogas hacia su país. Esta postura firme también influirá en la renegociación del T-MEC, que se espera se enfoque en fortalecer los intereses estadounidenses.

 

José Ignacio Martínez, de la UNAM, sostiene que “México necesita una estrategia clara y una política de Estado para enfrentar las presiones externas. Es necesario diseñar una agenda que considere la opinión de expertos y representantes de diversos sectores para definir una postura sólida ante Estados Unidos”. Para Martínez, la falta de una agenda nacional de riesgos dificulta a México responder adecuadamente a los desafíos que impondrá la renegociación del T-MEC.

 

Impacto en la economía mexicana y norteamericana

Los expertos coinciden en que una renegociación conflictiva podría afectar tanto a México como a Estados Unidos. La economía mexicana depende en gran medida de sus exportaciones hacia el vecino del norte, especialmente en sectores como la manufactura y el agrícola. Las políticas proteccionistas de Trump, de llevarse a cabo, podrían impactar directamente en las exportaciones mexicanas, desacelerando el crecimiento económico.

 

Por otro lado, Estados Unidos también se beneficiaría de mantener una relación comercial sólida con México, ya que las exportaciones de productos agrícolas y manufacturados estadounidenses encuentran en México un mercado estratégico. Si la renegociación no se realiza con un enfoque de cooperación, ambas economías podrían experimentar consecuencias adversas, desde un aumento en el precio de los bienes hasta la pérdida de empleos en sectores dependientes del comercio binacional.

Preparación para la renegociación

Los próximos dos años serán cruciales para que México y sus aliados comerciales establezcan una estrategia de negociación que permita defender sus intereses. Carlos Bautista subraya la necesidad de contar con un equipo negociador que represente a los sectores clave del país y esté preparado para enfrentar las demandas de Estados Unidos. “Será una negociación compleja, necesitamos claridad en nuestra postura y el respaldo de las instituciones para defender los intereses de México”, concluyó Bautista.