2 julio, 2024

El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) por un presunto sabotaje que resultó en la contaminación del agua proveniente del Pozo Alfonso XIII, ubicado en la alcaldía de Álvaro Obregón. Esta grave acusación sigue a las quejas de los vecinos de la alcaldía Benito Juárez, quienes desde el 31 de marzo han reportado un olor a combustible en el agua de sus hogares.

 

Investigación y Acciones Inmediatas

En respuesta a estas alarmantes denuncias,  Sacmex cerró el pozo el 11 de abril para investigaciones detalladas, que revelaron la presencia de un compuesto de aceite degradado en el agua. Estos hallazgos sugieren que la contaminación podría haber sido causada intencionalmente, lo que ha llevado a Sacmex a solicitar a la FGJCDMX la designación de un perito oficial en materia ambiental para analizar en profundidad la calidad del agua y confirmar la fuente de la contaminación.

 

La coordinación entre Sacmex y la Policía de Investigación busca llevar a cabo una indagatoria exhaustiva, con inspecciones en el sitio y la búsqueda de posibles testigos para determinar las circunstancias exactas que llevaron a este incidente. La denuncia presentada sugiere que este acto no solo ha afectado la provisión de agua sino que también ha perturbado significativamente la vida comunitaria de las alcaldías afectadas.

 

Declaraciones Oficiales y Especulaciones

El 19 de abril, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Vilma Urzúa Venegas, comentó que el sabotaje es solo una de las hipótesis bajo investigación. En declaraciones a W Radio, indicó que la profundidad y características técnicas del pozo hacen compleja la investigación y limpieza, lo que refuerza la necesidad de un análisis meticuloso y técnico.

 

A pesar de las declaraciones iniciales del presidente López Obrador descartando el sabotaje, la cooperación con técnicos de Pemex ha permitido descartar la presencia de gasolina, aunque se confirmó la de un aceite degradado. Este descubrimiento subraya la complejidad del caso y la variedad de substancias que pueden estar involucradas.

 

Impacto en la Comunidad y Medidas a Largo Plazo

La respuesta de la comunidad ha sido de preocupación y cautela, con muchos ciudadanos expresando su ansiedad por la seguridad del agua y la transparencia en la gestión de este recurso vital. El incidente ha reforzado la demanda de medidas más robustas para proteger la infraestructura de agua de la ciudad, incluyendo mejoras en la vigilancia y en los sistemas de respuesta rápida a contaminaciones.

 

En cuanto al agua contaminada ya recolectada, la Secretaría del Medio Ambiente de Ciudad de México (Sedema), aclaró que se está manejando de manera responsable, descartando rumores de que se estuviera depositando en lugares inapropiados como el Lago de Chapultepec o utilizándola para riego. En cambio, esta se está enviando a plantas de tratamiento especializadas para asegurar su procesamiento adecuado antes de cualquier otra disposición.

 

La denuncia por sabotaje en el Pozo Alfonso XIII destaca la vulnerabilidad de los sistemas de agua urbana ante actos de interferencia malintencionada y la necesidad de estrategias de protección más efectivas.

A medida que la investigación continúa, es crucial que las autoridades proporcionen actualizaciones transparentes y que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad del agua en la Ciudad de México.

 

Este incidente no solo es un llamado a la vigilancia sino también a la cooperación entre las agencias gubernamentales y la comunidad para proteger los recursos vitales y prevenir futuros incidentes.