28 septiembre, 2024

La transición de poder en la alcaldía Cuauhtémoc ha sido objeto de controversia y obstáculos en las últimas semanas, luego de que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificara la validez de la constancia de mayoría a favor de Alessandra Rojo de la Vega. A pesar de este fallo, el equipo de la alcaldesa electa ha denunciado repetidas trabas y falta de cooperación por parte de la actual administración, encabezada por Raúl Ortega Rodríguez.

Transición bloqueada: Puertas cerradas a la democracia

El equipo de Rojo de la Vega, liderado por su coordinador de la comisión de transición, Obdulio Ávila, reveló en un comunicado y a través de redes sociales que el pasado viernes 20 de septiembre encontraron las puertas de la alcaldía cerradas. “Cumpliendo con el calendario de trabajo, fuimos a la alcaldía Cuauhtémoc a las 8:00 de la mañana, como estaba previsto, y nos encontramos con las puertas cerradas. No se nos permitió el acceso para continuar con los trabajos de la mesa de transición”, denunció Ávila.

 

El equipo de transición expresó su frustración ante lo que consideran una táctica dilatoria por parte de la administración actual. Según sus declaraciones, estas acciones no solo obstaculizan el proceso de entrega-recepción, sino que también violan el mandato del tribunal electoral que validó la elección y ordenó el inicio del proceso de transición sin más demoras.

 

Rojo de la Vega, quien ha sido activa en sus redes sociales, lamentó que se sigan poniendo obstáculos para la transición democrática en Cuauhtémoc. “Ponen trabas a la democracia, dan largas al cumplimiento de la voluntad ciudadana. Que lo sepan: el cambio es irrevocable, se les acabó el tiempo”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

La respuesta de la alcaldía Cuauhtémoc

Por su parte, la alcaldía Cuauhtémoc emitió un comunicado en el que informaba que el viernes 20 de septiembre a las 10:30 horas, recibieron oficialmente la copia certificada de la sentencia de la Sala Regional del TEPJF que valida la elección de Alessandra Rojo de la Vega como alcaldesa. En su comunicado, la alcaldía señaló que los trabajos de la comisión de transición se reanudarán el lunes 23 de septiembre, conforme al calendario aprobado.

En el mismo documento, la alcaldía indicó que ya había notificado al equipo de Rojo de la Vega sobre la reanudación de los trabajos, lo que contrasta con las denuncias del equipo de la alcaldesa electa de que se les había negado el acceso. Este conflicto refleja las tensiones entre ambas administraciones y la dificultad para establecer una transición ordenada y pacífica en una de las demarcaciones más importantes de la Ciudad de México.

 

Un proceso bajo escrutinio: Implicaciones políticas

El proceso de transición en Cuauhtémoc ha estado bajo la lupa debido a las disputas legales previas a la confirmación del triunfo de Rojo de la Vega. Durante semanas, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX) había declarado nula la elección, argumentando que Rojo de la Vega había incurrido en violencia política de género contra su contrincante, Catalina Monreal. Sin embargo, esta decisión fue revocada por el TEPJF, lo que permitió a la alcaldesa electa avanzar en el proceso de asunción de su cargo.

 

Este escenario ha tensado aún más la relación entre Morena, el partido en el poder en la capital, y las fuerzas de oposición que respaldan a Rojo de la Vega. La alcaldía Cuauhtémoc, históricamente considerada un bastión de la izquierda, es vista como un punto estratégico para el control político de la Ciudad de México. La resistencia a la transición podría interpretarse como un intento de Morena de mantener influencia en la demarcación, a pesar del fallo en contra.

 

Las denuncias del equipo de Rojo de la Vega

En diversos foros y entrevistas, el equipo de la alcaldesa electa ha insistido en que la transición debe realizarse de manera ordenada y con pleno acceso a la información administrativa. Obdulio Ávila, quien ha estado a la cabeza de las negociaciones, señaló que la actual administración no ha sido clara en la entrega de documentos y recursos, lo que podría generar complicaciones en la toma de decisiones una vez que Rojo de la Vega asuma el cargo formalmente el 1 de octubre.

“Estamos ante un problema grave de transparencia. No se trata solo de una cuestión política, sino de un derecho ciudadano. Los vecinos de Cuauhtémoc merecen saber que sus trámites y servicios están en orden. No se nos puede negar la posibilidad de revisar los estados financieros y los programas en curso”, afirmó Ávila.

¿Qué sigue en el proceso de transición?

A medida que se acerca la fecha de toma de posesión, el 1 de octubre, el equipo de Rojo de la Vega sigue enfrentando obstáculos. Si bien la alcaldía ha afirmado que el lunes 23 de septiembre se reanudarán los trabajos de la mesa de transición, la incertidumbre sobre la voluntad de cooperación de la administración saliente sigue latente.

El proceso de transición es clave para asegurar una continuidad en los servicios públicos y programas sociales que afectan directamente a los residentes de Cuauhtémoc. Además, el hecho de que el equipo de la nueva alcaldesa aún no tenga acceso a las instalaciones y la información crítica de la administración podría generar un retraso en la implementación de sus propuestas de gobierno.

La importancia de una transición ordenada

La transición en cualquier administración pública no solo es un acto de entrega-recepción, sino una garantía de que la gestión de los recursos y programas seguirá su curso sin afectar a la ciudadanía. En este caso, la falta de cooperación y los retrasos podrían comprometer la operatividad de la alcaldía en las primeras semanas del nuevo gobierno.

 

Cuauhtémoc es una alcaldía de gran relevancia en la Ciudad de México, que abarca zonas clave como el Centro Histórico y colonias de gran influencia económica y política. La responsabilidad de una transición adecuada es fundamental para que las iniciativas de gobierno no se vean comprometidas.

El próximo lunes 23 de septiembre será una fecha crucial para definir si el proceso finalmente avanza o si la tensión entre ambos equipos continúa. Mientras tanto, los ciudadanos de Cuauhtémoc observan de cerca, esperando que sus intereses prevalezcan por encima de los conflictos políticos.