21 noviembre, 2024

 

Septiembre de 2024 será recordado como uno de los meses más violentos en la historia reciente de México. Con 2 mil 350 homicidios dolosos, este mes se convirtió en el segundo más letal del año, solo superado por junio, que registró 2 mil 363 asesinatos. Las cifras, recopiladas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ponen en evidencia la grave crisis de seguridad que atraviesa el país, mientras el gobierno parece no reconocer del todo la magnitud del problema.

 

De acuerdo con datos de TResearch, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador concluyó el 30 de septiembre con un total de 199 mil 621 homicidios dolosos. Esta cifra coloca a su administración como una de las más violentas en la historia reciente de México. Solo en los primeros nueve meses de 2024, se registraron 23 mil 047 asesinatos, lo que subraya la continuidad de la crisis de seguridad en el país.

 

Último día del sexenio de AMLO: 91 asesinatos

El 30 de septiembre de 2024, el último día del sexenio de López Obrador, se reportaron 91 homicidios en todo el país, lo que elevó el total mensual a los ya mencionados 2,350 asesinatos. Este dato es solo un reflejo de la violencia generalizada que sigue afectando a diversas regiones de México.

 

Entre las entidades más afectadas por la violencia en septiembre se encuentran Guanajuato, con 13 homicidios en un solo día; Sonora, con 8 asesinatos; y Sinaloa, Puebla y Baja California, con 7 homicidios cada uno. En otros estados, como Guerrero, Veracruz y Nuevo León, se registraron 6 asesinatos por entidad, lo que destaca el carácter generalizado de la violencia en todo el país.

 

Estados más afectados por la violencia: un panorama desolador

El informe de la SSPC revela que la crisis de seguridad en México está concentrada en algunos estados que registran tasas alarmantes de homicidios. Uno de los casos más preocupantes es el de Colima, que con una población de 731 mil 391 habitantes ha acumulado 4 mil 563 homicidios, lo que se traduce en una tasa de 623.88 asesinatos por cada cien mil habitantes, la más alta del país.

 

Otros estados que encabezan la lista de violencia extrema son:

  1. Baja California: con 16 mil 655 homicidios acumulados y una tasa de 441.89 asesinatos por cada cien mil habitantes.
  2. Zacatecas: con 6 mil 713 homicidios y una tasa de 413.84.
  3. Chihuahua: que ha registrado 15 mil 435 homicidios y tiene una tasa de 412.49.
  4. Guanajuato: con 24 mil 414 asesinatos y una tasa de 395.89.

 

Estos estados no solo son focos rojos de violencia, sino que también reflejan un problema estructural de seguridad que no ha sido atendido con la urgencia que requiere.

 

Homicidios acumulados: un sexenio marcado por la violencia

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador se cerró con un saldo extremadamente violento, que evidencia el fracaso de las políticas de seguridad implementadas durante su mandato. Desde el inicio de su administración en diciembre de 2018, cuando se registraron 2 milb893 asesinatos, la violencia ha ido escalando, alcanzando cifras alarmantes.

 

En su primer año completo de gestión, 2019, el país contabilizó 34 mil 723 homicidios dolosos, una cifra que se mantuvo alta en 2020, con 34 mil 569 asesinatos. Durante la pandemia de COVID-19, la violencia letal continuó siendo un problema grave, con 33 mil 362 asesinatos en 2021, y aunque en 2022 hubo una ligera disminución a 30 mil 976 homicidios, los niveles de violencia siguieron siendo inaceptablemente altos.

 

El 2023 no fue la excepción, con 31 mil 062 ejecuciones. Finalmente, en lo que va de 2024, hasta el 30 de septiembre, se han reportado 22 mil 497 personas asesinadas. Estas cifras confirman que la violencia fue uno de los mayores desafíos no resueltos del gobierno de López Obrador.

 

Violencia por sexenio: un problema de largo plazo

La crisis de seguridad en México no es exclusiva del sexenio de López Obrador. Si analizamos los datos de homicidios de los últimos gobiernos, es evidente que el problema ha venido creciendo a lo largo de las últimas dos décadas.

 

Durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se registraron 156 mil 066 homicidios. Este periodo fue testigo de un incremento sostenido de la violencia, aunque no tan pronunciado como el observado en los últimos cinco años. Antes de Peña Nieto, el presidente Felipe Calderón (2006-2012) acumuló 120 mil 463 homicidios, en un contexto en el que se desató la llamada “guerra contra el narcotráfico”, una estrategia que muchos expertos señalan como el detonante de la violencia desmedida en el país.

 

Incluso antes, durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), se registraron 60 mil 280 asesinatos, mientras que en la presidencia de Ernesto Zedillo (1994-2000) se contabilizaron  mil homicidios. Estas cifras muestran que la violencia no es un fenómeno reciente, sino un problema estructural que ha afectado a México durante varias administraciones, sin que hasta ahora se haya logrado una solución efectiva.

 

Reto para la nueva administración

A partir del 1° de octubre de 2024, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana está bajo la dirección de Omar García Harfuch, quien enfrenta un reto monumental para frenar la ola de violencia que asola al país. La persistente crisis de seguridad exige la implementación de nuevas estrategias que ataquen de raíz las causas de la violencia y permitan recuperar la paz en los estados más afectados.

 

Las expectativas son altas, y el margen de error es pequeño. La ciudadanía exige resultados inmediatos, especialmente en las regiones donde la violencia es cotidiana y las tasas de homicidios son alarmantes. García Harfuch tiene en sus manos la difícil tarea de reformar las políticas de seguridad y reconstruir la confianza de la población en las autoridades.

México enfrenta una de las crisis de seguridad más graves de su historia reciente. Con 2 mil 350 asesinatos en septiembre, el país sigue sumido en una espiral de violencia que parece no tener fin. Las cifras acumuladas de homicidios durante el sexenio de López Obrador son alarmantes, y ponen de relieve la urgencia de replantear las estrategias de seguridad a nivel nacional.

 

El gobierno entrante, encabezado por Claudia Sheinbaum y con Omar García Harfuch como responsable de la SSPC, tiene la oportunidad de romper el ciclo de violencia y devolver la paz a las regiones más afectadas. Sin embargo, para lograrlo, será fundamental implementar políticas efectivas y contar con el apoyo de la ciudadanía y los distintos niveles de gobierno. El tiempo apremia y México no puede permitirse seguir acumulando cifras trágicas.