21 noviembre, 2024

 

La oposición en el Senado, compuesta por legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, ha reafirmado su postura de votar en contra de la reforma judicial propuesta por el bloque oficialista de Morena. A pesar de las presiones, amenazas y ofrecimientos económicos denunciados por algunos de sus miembros, los senadores opositores aseguran que mantendrán un frente unido para impedir la aprobación de la reforma. La próxima votación será clave para el futuro del Poder Judicial en México.

 

En una sesión tensa, realizada en la casona de Xicoténcatl debido a las protestas en las afueras del Senado, los 43 senadores de oposición –22 del PAN, 16 del PRI y 5 de Movimiento Ciudadano– reiteraron su compromiso con el rechazo a la reforma judicial impulsada por Morena. La bancada oficialista busca una mayoría calificada que permita aprobar el dictamen, pero los líderes opositores han asegurado que no cederán ante presiones externas.

 

 

Marko Cortés, PAN: El dirigente  fue enfático al señalar que “solo un traidor de la oposición podría ausentarse y darle la mayoría calificada al régimen morenista”. Según Cortés, los 43 senadores de oposición están firmemente comprometidos a votar en contra de una reforma que califican de “destructiva y regresiva” para el sistema judicial del país. Cortés subrayó que esta es una lucha por la defensa de la democracia y las instituciones.

 

Alejandro Moreno, PRI: Por su parte, el coordinador priísta en el Senado, también conocido como “Alito”, denunció que su bancada ha sido objeto de “presiones brutales” y amenazas por parte del oficialismo. Según Moreno, se han ofrecido millones de pesos a algunos senadores para que migren a la bancada de Morena o, en su defecto, se ausenten de la votación. A pesar de estas tácticas, Moreno aseguró que los priistas se mantendrán firmes en su decisión de votar en contra de la reforma. “Estamos en la defensa de la democracia y no cederemos”, afirmó.

 

 

Clemente Castañeda, Movimiento Ciudadano: El senador  se sumó a las denuncias de sus colegas, señalando que su compañero de bancada, Daniel Barreda, ha sido blanco de una campaña de presión y desprestigio; sin embargo, Castañeda dejó claro que todos los senadores de su partido votarán en contra del dictamen. “Nos mantenemos firmes, unidos y decididos a no permitir que esta reforma judicial avance”, afirmó.

 

 

Protestas y Bloqueos en el Senado:

Mientras los senadores debatían en la casona de Xicoténcatl, a pocos metros del Senado, cientos de trabajadores judiciales, estudiantes y ciudadanos bloquearon los accesos al edificio legislativo en señal de protesta. Estas manifestaciones, que comenzaron desde las primeras horas del día, fueron organizadas por colectivos de jóvenes y miembros del Poder Judicial, quienes exigen ser escuchados y rechazan lo que consideran un ataque a la independencia del Poder Judicial.

 

El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, rechazó cualquier diálogo con los manifestantes, argumentando que “ya sabemos lo que van a decir”. Fernández Noroña señaló que los opositores están “defendiendo un Poder Judicial corrompido” y enfatizó que la reforma busca democratizar el acceso a la justicia al permitir que jueces y magistrados sean electos por voto popular.

 

Ernestina Godoy, Presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales: Explicó que el proceso legislativo ha avanzado lo suficiente como para no retroceder. “Ya estamos en otro punto del proceso parlamentario, que es la deliberación de la reforma”, comentó Godoy, negando la posibilidad de nuevas audiencias con los inconformes.

 

Posición del Bloque Oficialista:

Mientras la oposición se alistaba para votar en contra, el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, negó que su bancada esté comprando votos o ejerciendo presiones indebidas sobre los senadores de la oposición. Sin embargo, admitió que han buscado convencer a los legisladores opositores sobre los beneficios de la reforma. “Estamos intentando convencerlos de que esta es una reforma trascendental para el sistema judicial“, explicó López, quien también estuvo en reuniones con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

 

López reconoció que, aunque la reforma enfrenta resistencia, confía en que varios senadores de la oposición apoyarán finalmente el dictamen. “No hay plan B. Creo que se aprobará y varios opositores razonarán su voto a favor”, concluyó.

 

 

El Papel de Claudia Sheinbaum: La Presidenta electa de México, también se pronunció sobre el tema, asegurando que no hay marcha atrás en la reforma judicial. En sus palabras, “es ilegal que unas pocas personas anulen la voluntad del pueblo de México”, refiriéndose al respaldo que la reforma ha recibido de los diputados federales. Sheinbaum subrayó que los senadores de Morena trabajarán para garantizar la aprobación del dictamen.

 

Riegos Legales y la Resistencia de la Oposición:

Además de las movilizaciones, los senadores opositores han preparado recursos legales para impugnar cualquier intento de Morena por imponer una mayoría calificada sin contar con los votos necesarios. Guadalupe Murguía, coordinadora de los senadores del PAN, aseguró que su partido ya ha convocado a los suplentes de todos sus legisladores para que estén disponibles en caso de que algún titular se ausente de la votación. Lo mismo ha hecho el PRI, que ha instruido a sus suplentes a estar listos para tomar el lugar de cualquier senador que no pueda asistir.

 

 

Murguía también destacó que, en caso de que algún senador de su partido vote a favor de la reforma o se ausente de la sesión, será expulsado del partido.

 

La votación de la reforma judicial en el Senado se perfila como una de las más divisivas y trascendentales en la historia reciente de México. La oposición ha mostrado una sólida resistencia, denunciando presiones y amenazas para cambiar su postura. A medida que se acerca la sesión final, queda claro que el destino de la reforma no solo está en manos de los legisladores, sino también en las estrategias políticas y las movilizaciones ciudadanas que continúan desarrollándose en las calles.

 

La próxima semana será crucial para el futuro del sistema judicial de México, y la sociedad sigue atenta al resultado de este proceso que podría redefinir la forma en que se administra la justicia en el país.