Esta mañana, la política mexicana se sacudió tras darse a conocer que Araceli Saucedo y José Sabino Herrera, ambos senadores electos del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dejaban al sol azteca para adherirse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). El anuncio fue realizado en un hotel al sur de la Ciudad de México, donde se congregaron miembros de Morena para dar la bienvenida oficial a los nuevos integrantes de su grupo parlamentario en el Senado.
La importancia de esta decisión es innegable. Con la suma de estos dos senadores, Morena está a tan solo un voto de alcanzar la mayoría calificada en el Senado, un caso que no se ha logrado desde 1997. Esta mayoría le permitiría al partido en el poder aprobar reformas constitucionales sin necesidad de negociar con otras fuerzas políticas, consolidando así el proyecto de la Cuarta Transformación (4T) impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El contexto no podría ser más relevante: Morena se encuentra a un paso de consolidar su control en el Senado, lo que le daría el poder absoluto para impulsar las reformas estructurales que han sido parte central de la agenda de López Obrador. La posibilidad de que se sumen no uno, sino dos votos adicionales en las próximas horas, ha generado especulaciones y expectativas sobre el futuro inmediato del Senado.
Esta adhesión representa no solo un cambio de afiliación partidista, sino un movimiento estratégico que podría definir el rumbo político del país en 2024. Si Morena logra la mayoría calificada, se abriría la puerta para una serie de reformas que podrían marcar un antes y un después en la historia reciente de México.
