Este viernes 2 de agosto, a las 12:40 horas, resonaron los altavoces de la alerta sísmica en la Ciudad de México, un sonido que usualmente preludia un temblor inminente. Sin embargo, este evento resultó ser una falsa alarma, según confirmaron el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex) y el Servicio Sismológico Nacional. No se registró ningún sismo que justificara la activación de la alerta.
El Sasmex rápidamente aclaró que la activación de la alerta fue un error debido a los preparativos para el próximo simulacro nacional programado para el 19 de septiembre. “Durante los preparativos, activamos por error la señal del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano,” explicaron desde el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico A.C, entidad responsable de la operación del sistema.
La reacción ante la alerta fue inmediata y conforme a los protocolos de emergencia:
- Pablo Vázquez: secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, informó que se inició el protocolo de seguridad con el sobrevuelo de 5 cóndores para verificar la situación en la capital, confirmando posteriormente que no se reportaron daños ni afectaciones.
- Andrés Lajous: secretario de Movilidad, aseguró que en la red de Movilidad Integrada se activó el protocolo de seguridad en todos los sistemas de transporte y tras una revisión exhaustiva, no se reportan afectaciones; por lo que el servicio se brinda de manera habitual.
- Metro de la CDMX: Ante la alerta sísmica, este medio de transporte reportó que el servicio se detuvo y aplicó el protocolo de revisión a las instalaciones de la red. Se reanudó el servicio y opera con normalidad.
El Servicio Sismológico Nacional reiteró que no se detectaron movimientos telúricos que ameritaran la activación de la alerta y reafirmó que la red de monitoreo sismológico del país funcionaba correctamente. “Puedes reportar al C5 cualquier falla en los altavoces que reproducen la alerta,” señaló la institución, orientando a la ciudadanía sobre cómo proceder en caso de anomalías con el sistema de altavoces.
Este incidente subraya la importancia de la precisión en el manejo de los sistemas de alerta que son vitales para la seguridad pública. La administración de estos sistemas debe ser meticulosa para evitar pánico innecesario y para garantizar que la población confíe en las alertas cuando sean reales.