La falta de seguridad en la protección de datos representa un costo promedio de 2.5 millones de pesos por amenazas como el Malware, el Phishing y las fugas de datos, lo que hace reflexionar sobre la importancia de la privacidad.
Con motivo de esta fecha es necesario recordar la firma del primer tratado internacional sobre protección de datos personales (1981) y pone en perspectiva los retos actuales en un mundo digitalizado.
Al respecto Sheila Reyes Guerrero, directora Académica de la Ingeniería en Ciberseguridad de la Universidad AMERIKE, asegura que la privacidad y la ciberseguridad son dos caras de la misma moneda: “La información es uno de los activos más valiosos del siglo XXI, y protegerla es tanto un derecho, como una responsabilidad compartida entre ciudadanos, empresas y gobiernos”.
Cifras que alarman:
Según la Asociación Mexicana de Ciberseguridad, en el último año el 67% de las empresas mexicanas enfrentaron incidentes de ciberseguridad, con un costo promedio de 2.5 millones de pesos por suceso; además datos de Cybersecurity Ventures 2024, reveló que en el mercado negro digital los datos personales pueden ser vendidos por tan solo 20 pesos, lo que demuestra el valor comercial y los riesgos asociados a dicha información.
Por otro lado, el 60% de los usuarios en México no utiliza contraseñas sólidas, lo que aumenta su vulnerabilidad frente a ciberataques y robo de información sensible.
Un informe adicional reveló que solo el 35% de las pequeñas y medianas empresas en México cuenta con un plan formal de respuesta a incidentes de ciberseguridad, lo que deja a la mayoría de las organizaciones expuestas a ataques que podrían interrumpir sus operaciones.
La ciberseguridad va más allá de la implementación tecnológica; abarca estrategia, ética y la capacidad de generar confianza en un mundo interconectado. La Dra. Reyes Guerrero destaca: “La formación de especialistas en ciberseguridad no solo debe enfocarse en aspectos técnicos, sino también en la prevención de riesgos y en la elaboración de soluciones integrales”.
La protección de datos personales en México es un derecho fundamental que cobra mayor relevancia en un mundo interconectado. Este derecho está respaldado por un sólido marco normativo que busca garantizar la privacidad y seguridad de la información en diferentes sectores.
En México, la protección de datos personales está regulada por dos leyes clave: la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP), que establece normas para el manejo de datos en el sector privad; y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO), que rige a las instituciones públicas bajo principios de transparencia y responsabilidad.
Ambas leyes buscan no solo garantizar la seguridad de la información en un contexto de creciente digitalización, sino también educar y empoderar a los ciudadanos con herramientas como los derechos ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición), promoviendo una cultura de confianza y respeto hacia la privacidad.
Los datos personales son el nuevo “petróleo” digital. Desde nombres y direcciones hasta detalles económicos, esta información puede ser utilizada para fraudes y robo de identidad si no se maneja con cuidado. “La protección de la información es un derecho y una responsabilidad conjunta entre ciudadanos, corporaciones y gobiernos. La educación y la sensibilización son nuestras primeras líneas de defensa”, señala, Reyes Guerrero.
Para comprender mejor los riesgos, es fundamental identificar las amenazas más comunes en el ámbito digital: Phishing, correos falsos que buscan sustraer información; fugas de datos, Brechas que exponen información sensible y Malware, software malicioso que roba datos o daña sistemas.
Estas amenazas no solo afectan a las personas, también afectan a negocios e instituciones, provocando pérdidas económicas y perjuicio al prestigio. Para protegernos, es indispensable:
- Usar contraseñas seguras: Combina letras, números y símbolos para crear claves robustas.
- Actualizar dispositivos regularmente: Asegúrate de tener las últimas versiones de software para evitar vulnerabilidades.
- Implementar autenticación en dos pasos: Añade una capa extra de protección a tus cuentas.
- Reducir la exposición en redes sociales: Evitar compartir información que pueda ser utilizada en tu contra.
- Mantenerse alerta: Verificar siempre la autenticidad de enlaces y remitentes antes de hacer clic.