Inteligencia artificial

Inteligencia artificial

El avance del mundo en la era digital corre cada día, sobre todo por la creciente injerencia de la Inteligencia Artificial (AI), por lo que es necesario trabajar en la ciberseguridad.

 

Así lo indica Cloudflare, que refiere esta herramienta pasa de ser una innovación emergente al motor principal de la digitalización empresarial y la ciberseguridad, de manera que sus predicciones van en el sentido de que la AI remodelará las interacciones y esquemas de protección.

 

La IA y el Edge Computing revolucionarán la interactividad:

La clave para detonar el potencial de la IA radica en el Edge Computing, descrito por Cloudflare como un modelo que acerca la informática al origen de los datos, para optimizar las aplicaciones y servicios web. 

 

Es decir, ejecutar menos procesos en entornos como la nube y trasladarlos a perímetros locales, como el ordenador de un usuario o un dispositivo IoT. Esto reduce drásticamente la latencia y permite el desarrollo de herramientas de IA más avanzadas como vehículos autónomos que toman decisiones en fracciones de segundo, videojuegos interactivos y procesamiento de video en tiempo real. 

 

Una IA que se anticipa y no solo aprende:

La IA ya no solo aprenderá del comportamiento del usuario para personalizar sus experiencias; ahora va a anticiparse. La creación de algoritmos más sofisticados y el Edge Computing, antes descrito, harán que esta herramienta prediga y se adelante a nuestras preferencias en sitios de e-commerce, adapte plataformas educativas al estilo de aprendizaje de cada usuario, entre otros escenarios; lo cual garantiza experiencias más fluidas y personalizadas.

 

Internet espacial y el reto del tráfico entre máquinas:

Los servicios de internet basados en el espacio generaron un crecimiento sustancial de dispositivos IoT conectados a las redes en años anteriores. Para 2025, esto conlleva un reto en materia de conectividad ya que no solo se requiere gestionar la comunicación usuario-dispositivo sino un flujo masivo de datos API entre máquinas.

 

Esto implica no solo una “avalancha” de datos que se multiplican a diario sino una diversificación sustancial de la información. Esa creciente comunicación entre gadgets requiere la creación de redes con seguridad, confiabilidad y rendimiento del más alto nivel.

 

La personalización ética será el estándar:

Los avances en IA permitirán experiencias que se sientan casi mágicas por su nivel de precisión; pero el uso responsable y ético de los datos será esencial ante dicho panorama. Las plataformas deberán equilibrar la personalización con la protección de la privacidad, mientras optimizan sus infraestructuras para mantener interacciones sin interrupciones.