4 julio, 2024

Una decisión ha captado la atención de juristas y ciudadanos por igual, porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió la tramitación de todos los amparos relacionados con la prisión preventiva en México. Este anuncio se dio en una sesión privada y liderada por la ministra Lenia Batres, que es una medida precautoria mientras la Corte se prepara para definir los alcances de la prisión preventiva en relación con las convenciones internacionales de derechos humanos.

 

Durante la sesión, que contó con la ausencia de los ministros Javier Laynez y Jorge Mario Pardo, se decidió pausar la resolución de amparos para evitar fallos contradictorios entre diversas instancias judiciales. Esta suspensión afecta a todos los Juzgados de Distrito y Tribunales Colegiados del país, poniendo en espera numerosos casos hasta que la Corte establezca un criterio unificado.

 

La ministra Batres destacó que esta decisión busca proporcionar seguridad jurídica a las personas involucradas en procesos judiciales relacionados con la prisión preventiva. El principal objetivo es garantizar que los futuros fallos se alineen con los principios de derechos humanos y las normativas internacionales, evitando así decisiones judiciales que puedan contravenir un nuevo estándar establecido por la SCJN.

 

La suspensión ha generado un amplio debate sobre la eficacia y la justicia de la prisión preventiva como medida cautelar. Mientras algunos sectores apoyan la revisión por considerar que la práctica actual puede violar derechos fundamentales, otros expresan preocupación por las implicaciones de seguridad que podría tener una posible relajación de estas medidas.

 

El contexto de esta decisión es aún más relevante dado el ambiente de reforma judicial que se vive en México. El Congreso está debatiendo cambios significativos en el sistema judicial, incluida la propuesta de elección popular de ministros y jueces, así como la creación de un organismo de vigilancia para los ministros de la Suprema Corte. Estas discusiones forman parte de una reforma más amplia que busca modernizar y hacer más transparente el Poder Judicial.

 

La suspensión temporal de los amparos es un claro indicativo de que la SCJN está tomando un camino cauteloso y considerado en su enfoque hacia la prisión preventiva. A medida que México continúa navegando por estas aguas legales y éticas complejas, la resolución final de la Corte no solo afectará a los individuos directamente involucrados, sino que también podría sentar un precedente importante para el respeto de los derechos humanos en el sistema de justicia penal del país.