A pocas horas de que el Senado de la República lleve a cabo la votación para elegir a la próxima titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la reelección de Rosario Piedra Ibarra está envuelta en una controversia que divide a la bancada de Morena y sus aliados. En un ambiente de tensiones políticas y críticas de la sociedad civil, el proceso ha estado marcado por denuncias de favoritismo, evaluaciones negativas,y cuestionamientos sobre su gestión al frente del organismo.
Piedra Ibarra, quien busca un segundo periodo al frente de la CNDH, ha enfrentado una serie de críticas por su cercanía con el gobierno de Morena, su falta de independencia y sobre todo, por su desempeño en el cargo. En 2019, su elección como presidenta de la CNDH fue polémica y generó disturbios en el Senado, con acusaciones de fraude en el conteo de votos. Esta vez, su reelección también está causando divisiones, con muchos senadores de Morena y sus aliados divididos sobre su idoneidad para el cargo.
Javier Corral, senador independiente, señaló que la inclusión de Piedra en la terna fue resultado de un acuerdo político, a pesar de haber obtenido una de las evaluaciones más bajas de los candidatos. “No podemos permitir que un organismo tan importante sea encabezado por una persona que ha demostrado falta de autonomía y de compromiso con los derechos humanos,” comentó Corral. Otros legisladores comparten la preocupación, apuntando que, de 12 aspirantes evaluados, Piedra quedó en último lugar, especialmente en los criterios de autonomía y conocimiento en derechos humanos.
Nashieli Ramírez: Alternativa con respaldo mixto
Nashieli Ramírez, actual titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, es otra de las aspirantes a la presidencia de la CNDH y la que recibió la mejor evaluación de los comités de Justicia y Derechos Humanos del Senado. Ramírez ha defendido su independencia, subrayando que, pese a su cercanía con el gobierno local, “nunca recibió instrucciones” de la administración de Claudia Sheinbaum cuando era jefa de Gobierno.
La propuesta de Ramírez se basa en cinco ejes, que incluyen la participación activa de las víctimas, una estrategia territorial y de proximidad, y un enfoque de género y diversidad en la protección de derechos. Sin embargo, algunos senadores morenistas dudan de su independencia total, lo que pone en duda si alcanzará el apoyo suficiente para obtener la mayoría calificada necesaria.
Paulina Hernández Diz: Candidata de bajo perfil
La abogada Paulina Hernández Diz es la tercera aspirante en la terna. Aunque su experiencia en derechos humanos es menos conocida a nivel nacional, cuenta con una trayectoria relevante en el ámbito local y ha propuesto un modelo de atención más especializado en la CNDH, enfocado en la reestructuración de visitadurías y en un sistema de monitoreo de las recomendaciones emitidas. Sin embargo, su perfil no ha logrado atraer el apoyo necesario en el Senado, donde muchos consideran que su candidatura fue incluida para dar formalidad al proceso, sin expectativas de una victoria real.
El proceso de elección ha dejado al descubierto divisiones en la bancada de Morena y sus aliados del Partido Verde y el PT. Según declaraciones de senadores del partido, en Morena hay 52 votos en contra de la reelección de Piedra y solo 13 a su favor. En el Partido Verde, 8 senadores respaldan a Nashieli Ramírez, y en el PT, 4 también apoyan a Ramírez, mientras que 2 se mantienen del lado de Piedra.
La falta de consenso en Morena ha llevado a varios senadores a considerar una reunión de último momento para buscar una posición unificada, sin embargo, incluso dentro del partido, muchos legisladores consideran la posibilidad de apoyar a Nashieli Ramírez o, en última instancia, a Paulina Hernández, si esto garantiza un proceso menos conflictivo. A pesar de las diferencias internas, algunos senadores del oficialismo han expresado que, si se emite una instrucción directa para respaldar a Piedra, se alinearán para evitar una votación fragmentada en el pleno.
La posible reelección de Piedra ha generado un fuerte rechazo de diversas organizaciones de derechos humanos, incluidas algunas que participaron en la fundación del Comité Eureka, creado por Rosario Ibarra de Piedra, madre de la actual presidenta de la CNDH. “Nos parece inaceptable que se repita en el cargo una persona que ha demostrado falta de autonomía e incapacidad para defender los derechos humanos de forma imparcial,” declaró una parte de la organización en un comunicado.
Además, su gestión ha sido criticada por centrarse en denuncias de administraciones anteriores y evitar recomendaciones a la actual administración. Según un reporte de organizaciones civiles, de las 164 recomendaciones emitidas por la CNDH durante su gestión, 110 se relacionaban con abusos de gobiernos previos, mientras que solo 54 correspondían a acciones durante el gobierno de López Obrador, enfocándose en temas como salud y acceso a la información, pero sin tocar asuntos de seguridad o violaciones por parte de las fuerzas armadas.
Escándalo de la carta falsa
La polémica en torno a Piedra se intensificó recientemente cuando se descubrió que una carta de apoyo presentada por su equipo, supuestamente firmada por el obispo Raúl Vera, resultó ser apócrifa. Francisco Estrada Correa, secretario ejecutivo de la CNDH y mano derecha de Piedra, afirmó que la carta fue enviada “sin malicia” y atribuyó el error a un tercero, sin revelar su identidad. “Esto no es más que una guerra sucia para bloquear la transformación de la CNDH,” defendió Estrada en un comunicado.
El Senado votará hoy en una sesión secreta para decidir quién liderará la CNDH en el periodo 2024-2029. La elección requiere de una mayoría calificada, es decir, el apoyo de dos tercios de los senadores presentes. Con el voto dividido entre Piedra y Ramírez, y una escasa probabilidad para Hernández Diz, el resultado es incierto y dependerá en gran medida de si Morena logra unificar a su bancada y a sus aliados.
Senadores de la oposición, incluidos el PAN, PRI y MC, ya han expresado su rechazo a la reelección de Piedra, lo que podría inclinar la balanza hacia Nashieli Ramírez si logra aglutinar a una coalición que incluya votos de Morena y sus aliados.
La elección de la presidenta de la CNDH pondrá a prueba la independencia y el compromiso del Senado con los derechos humanos en México y la votación de hoy no solo definirá el liderazgo de la comisión, sino también el rumbo de los derechos humanos en el país.