A pocos días de que el Senado de la República debe elegir a la persona que encabezará la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para los próximos cuatro años, una controversia sacudió el proceso de selección.
Diversos senadores de oposición han solicitado formalmente que Rosario Piedra, actual presidenta de la CNDH, sea excluida de la terna finalista debido a la supuesta entrega de una carta falsificada de apoyo a su reelección. La misiva, presentada como una muestra de respaldo del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, ha sido señalada por el propio religioso como un documento falso, lo que ha generado llamados a investigar y sancionar este incidente.
Exigen transparencia y justicia
La senadora Claudia Anaya, del PRI e integrante de la Comisión de Derechos Humanos, emitió un comunicado en el que exige que Rosario Piedra sea retirada de la terna de candidatos. Además, solicitó que la Mesa Directiva del Senado, encabezada por Gerardo Fernández Noroña, dé vista de los hechos a la Fiscalía General de la República (FGR) para que se investigue la presunta falsificación de la carta. “Es inadmisible que se pretenda manipular un proceso tan importante con documentos falsos. Exijo una investigación exhaustiva para sancionar a quienes hayan cometido este delito”, expresó Anaya en su mensaje.
El caso tomó un giro más intenso cuando el propio obispo Vera se pronunció públicamente para desmarcarse del documento que, supuestamente, lo vinculaba con el respaldo a Piedra. En una contundente declaración, Vera afirmó: “Las palabras que ahí se expresan, además de estar mal escritas, ni son mías ni obedecen a mi pensamiento ni reflejan mi ideología. Jamás redacté esa carta”. El obispo señaló que el uso indebido de su firma y nombre constituye un “delito grave” y pidió a las autoridades que actúen en consecuencia.
Rosario Piedra responde: “Lo transmití sin malicia”
Horas después de la denuncia de Vera, Rosario Piedra publicó un comunicado en sus redes sociales en el que lamentaba lo ocurrido y defendía que había recibido y entregado la carta “sin malicia ni mala fe”. Según su declaración, la presidenta de la CNDH explicó que la carta fue recibida en el marco de las adhesiones solicitadas para su candidatura y que asumió que era auténtica. “Al igual que el obispo, espero que las autoridades competentes investiguen el origen y la falsificación de este documento”, escribió Piedra en un tono que buscaba calmar la controversia, pero que no logró disipar las dudas en torno a su candidatura.
Organizaciones de Derechos Humanos se suman al rechazo
El incidente también ha llamado la atención de organizaciones civiles de derechos humanos, quienes han manifestado su oposición a la reelección de Piedra. Juan Martín Pérez, coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia, calificó este intento de reelección como “lamentable” y una muestra de la politización de instituciones que deberían ser autónomas. “Es coherente con un desmantelamiento de las instituciones en favor de una mayor concentración de poder”, afirmó Pérez. Además, señaló que esta situación refleja una “captura de la CNDH por parte del oficialismo”, en detrimento de su independencia.
Pérez no es el único que ha expresado su preocupación. Varias organizaciones enviaron cartas al Senado manifestando su inconformidad con la posible reelección de Piedra, y pidieron que el proceso sea llevado a cabo de manera transparente y sin influencias políticas. Esta postura, aunque ampliamente respaldada en ciertos sectores de la sociedad civil, ha generado un debate en el ámbito político sobre el futuro de la CNDH y la imparcialidad de su proceso de selección.
Otras candidatas del proceso y críticas adicionales
El proceso de selección también ha sido objeto de críticas por parte de Tania Ramírez, una de las candidatas mejor calificadas que fue excluida de la terna finalista en favor de Piedra, quien obtuvo la calificación más baja entre las aspirantes. Ramírez expresó su inconformidad ante el Senado y pidió una revisión del proceso de evaluación.
“Es desconcertante que, a pesar de las calificaciones, se dé preferencia a candidaturas que no cumplen con los estándares requeridos para una institución tan importante como la CNDH”, comentó Ramírez.
La inclusión de Piedra en la terna ha sido vista por algunos como una estrategia política en favor del oficialismo, lo cual ha exacerbado las tensiones dentro del Senado. Diversos senadores de oposición han cuestionado abiertamente la independencia del proceso y han llamado a la Junta de Coordinación Política a actuar con transparencia en esta última fase de selección.
La controversia en torno a la presunta falsificación de documentos para una candidatura de este tipo es un hecho sin precedentes en la historia del Senado. Hasta ahora, no se había registrado un caso similar en el que una persona aspirante a dirigir la CNDH estuviera vinculada a una denuncia de uso de documentos apócrifos.
A medida que se acerca la fecha límite para la decisión final, el Senado enfrenta una creciente presión para tomar una postura clara y transparente. La exclusión de Rosario Piedra de la terna sería un mensaje de rechazo a la manipulación del proceso, aunque los senadores también enfrentan la necesidad de asegurar que la CNDH mantenga su credibilidad e independencia en los próximos años.